Su vida de marino mercante y su posterior dedicación a la docencia universitaria le permitieron a Fernando Romero conocer profundamente el Perú y escribir, especialmente sobre la selva, relatos vívidos, de lenguaje espontáneo y natural, que cumplen plenamente los requisitos del género: el tema interesante, novedoso, los personajes cambiantes y el desenlace muchas veces inesperado.Doce relatos de selva (versión corregida de sus Doce novelas de la selva, editadas en 1934) constituye un libro de notable calidad literaria, además de un valiente y vibrante testimonio de la vida en la Amazonía, donde el hombre mantiene una lucha permanente con la naturaleza agresiva y potente.Contiene: «Yaimanco» «El abrazo» «El ponguete» «El silo» «La creciente» «Leproso» «El delegado de los simios» (Leyenda de la tribu murata) «Las tangaranas» «De regreso» «Una madre» «Paschakakñin» (La leyenda oriental del yayay-mamay) «Yacu-runas»