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La novela de Melchor demuestra más madurez, un estilo narrativo más sólido que, sin dejar las particularidades del lenguaje de la autora que incluye groserías y un estilo un tanto soez para denotar la cotidianidad contemporánea en diferentes estratos sociales, se muestra mucho más consolidado y justificado que en Temporada de huracanes. Esta novela gira en torno a Polo, un adolescente que trabaja como jardinero en un fraccionamiento debido a la insistencia de su madre de que contribuya a su hogar, y su relación con Franco Andrade un adolescente déspota y superficial adicto a la pornografía. que habita en el lugar con sus abuelos haciendo y deshaciendo a voluntad. Franco está abocado en cumplir sus fantasías sexuales con una vecina, la señora Marián Maroño, esposa de un famoso de la política y la televisión, por lo que su relación con Polo versa únicamente en contarle sus fantasías descabelladas mientras Polo aprovecha la oportunidad para tomar lo que le invita y alargar los tiempos que está alejado de su hogar. Su prima está embarazada de algunos de los tantos hombres con los que mantiene relaciones efímeras, su madre lo considera un bueno para nada borracho y su primo está coludido en negocios de narcotráfico que le permiten vivir una vida mejor. Ante todas estas situaciones, Polo decide participar en el macabro plan de asalto sexual de Franco con el fin único de tener una oportunidad de robar bienes valiosos para librarse del trabajo, de su familia y empezar de cero con más oportunidades. Es una novela sencilla de leer, con muy buen ritmo que deja ver cuestiones de crítica social a las diferentes clases económicas y las oportunidades de cada una, los roles sociales, la desigualdad, la violencia, por supuesto también la violencia contra la mujer (en la prima y la señora Maroño), el narcotráfico y la dificultad de salir de los esquemas en la sociedad mexicana que se reproducen de una manera muy fiel en los pocos personajes de la novela. En unas cuantas páginas, Melchor estalla el tema de la violencia en múltiples niveles y entornos que permiten dar cuenta de ella en la cotidianidad, articula una historia ficticia que bien podría encabezar un titular periodístico de nuestros días y deja ver que su talento narrativo progresa.

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Llegar a Páradais después de haber leído Temporada de huracanes y Esto no es Miami ha tenido cosas buenas y malas. Lo positivo ha sido que ya sabía que Melchor no tiene una escritura dulce, con temas divertidos o tramas ligeras. Lo negativo es que se pierde el impacto de la novela de 2017 a todos los niveles.Aún con esa falta de efecto esta obra de Melchor no deja indiferente, de eso ya se encarga ella con su escritura, con ese torrente de palabras e imágenes que apenas dejan frenar para coger aire. Todo gira en torno a dos jóvenes, Polo y Franco, y a un violento asalto que realizan. Esto lo sabemos desde el principio, al igual que sabemos que no va a haber un final feliz en esta historia, porque la violencia lo inunda todo en estos largos párrafos. La urbanización de lujo en la que tiene lugar la novela sirve de foco para el retrato de la desigualdad social y económica, en la que Polo representa a un joven humilde y sin aspiraciones, y Franco encarna al joven bien posicionado cuya máxima inquietud es satisfacer sus caprichos. El drama se desencadena cuando su deseo recae en una de sus vecinas hasta transformarse en una obsesión.No diré mucho más, sólo apuntaré que la violencia narrada por las voces que Melchor crea es reconocible y nada gratuita, todo en su pluma es veraz, y a mí eso es lo que me da más miedo. Fernanda tiene más que merecida la expectación que genera. Brava!

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Existen 3 historias semi cruzadas es este cuento.El gordo, los Maroño y Polo Zorayda, Polo y su mamá Milton, El Sapo y el Gritón.Solo la primera tiene su ciclo completo con desenlace. La segunda pudo nunca existir y la tercera, la más breve, fue la que me hizo darle 4 estrellas y estar convencido de que Fernanda sabe de lo que habla y que con suerte explora con mayor detalle: El bajomundo jarocho, la barriobajez. Durante un tiempo viví en el Puerto de Veracruz y fui vendedor por cambaceo. Las Bajadas, Río Medio, Las Vegas. Las conozco y las viví y entiendo perfectamente las miradas y las personas que ella menciona como pepenchas y halcones. En mis tiempos eran grulleros y pelones pero es lo mismo. En esas colonias que eran nada sino asentamientos en la arena tú sabías a quién saludar y a quién no hacerle iris. Nada cambia, todo sigue igual pero sin duda me regresó a esa parte de mi juventud que, siendo honestos, en estos tiempos y con el tipo de personas que llevan las plazas ahora, no sé qué tal la habría pasado.Los aquellos que ella menciona no eran los aquellos que me tocaron pero sigue vigente ponerse grulla y saber en qué esquina de qué colonia no dar vuelta, qué casas evitar y en qué hora no tomar ciertos camiones. Aplica en Veracruz y en todo México pero tener este recuerdo de primera mano descrito en una novela sobre un estado y ciudades que tanto quiero fue bueno. No todo es romantizarlo, también es válido y muy necesario contar el lado oscuro que hay y que preferimos ignorar.4.2/5

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Con Temporada de huracanes me sentí zarandeada y machacada y descubrí a una autora que me impactó por su dureza y crudeza. Una historia tremenda y una autora espectacular.Empecé a leer este libro con unas ganas tremendas y un poco de miedo porque no es la primera vez que caigo rendida ante la pluma de un primer libro y cuando leo el segundo o siguientes ha decaído su potencia y su fuerza.Pero nada de eso ha pasado. Páradais es breve, es duro, es incómodo y cruel. Es como una carrera por el barro, te arrastras, te atascas y el esfuerzo te deja sin respiración. Es un decir quién me manda a mi leer algo así, que necesidad tengo.. porque es muy duro. Pero no puedes dejarlo, te atrapa, te seduce, te envuelve y cuando lo terminas sientes un agotamiento mental increíble. Porque Páradais es una historia con la misma densidad emocional de Temporada de huracanes pero que avanza todavía más rápido. Es una historia con dos personajes principales, Franco un adolescente, obeso, solitario, de buena familia e hijo de un abogánster que vive en Paradais y está obsesionado con su vecina, y Polo, otro adolescente que trabaja como jardinero en la urbanización y que quiere huir de una vida sometida a su madre en un pueblo lleno de narcos. Y una sola perspectiva: hasta donde puede llegar la obsesión. La obsesión, la violencia entre clases, violencia contra las mujeres, violencia en la familia contra los hijos.. Y según se va leyendo y conociendo a los personajes a un ritmo vertiginoso y casi sin aliento llegamos a un final impresionante e impactante. Hacedme caso leerlo, leer a la autora aunque sea duro y cruel es espectacular. Enlace: https://instagram.com/mi.ter..

Comentarios de lectores del libro Páradais