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En este libro nos encontramos con Eniat. Un pequeño afgano quien se ve obligado a alejarse de su madre por culpa de los talibanes para salvar su vida. A lo largo de todo el libro, vamos recorriendo diferentes lugares de la mano de nuestro protagonista y encontrándonos con todo tipo de personajes que le demostraran que la maldad tiene muchas formas, y que la bondad, aunque parezca desaparecida sigue existiendo. Con sólo 10 años, deberá viajar sólo a un destino incierto para él mismo. Es una novela cuya crudeza nos revela la realidad que muchos niños deben pasar para vivir, y que no es muy densa o complicada de leer ya que posee un lenguaje fácilmente entendible tanto para adolescentes como adultos. Es un tema original e interesante que nos hará mirar mas allá.El escritor logra atraparnos en su relato, logra tocar nuestros sentimientos sin la necesidad de recurrir a dramatismos excesivos que luego sólo terminan pareciendo poco creíbles. A través de la inocencia del relato, y la pureza de este niño nos adentramos a conocer no sólo su vida, sino también la cruda realidad de los lugares que él deberá recorrer, y que nos muestran como su visión va cambiando a medida que continúa con su viaje. Es una lectura ágil y llevadera, con momentos que nos sorprenden y que nos toca la fibra sensible. Es ideal para expandir conocimientos y reflexionar sobre lugares, que muchas veces, no tenemos la oportunidad de conocer y entender. Es ideal para pasar un buen rato, pues la suavidad con la que los sucesos toman desarrollo lo vuelve ideal a la hora de querer conectar con esos temas crueles y reales, que este libro planea hacer ver.Debo admitir que en ciertos momentos sentí que necesitaba mas explicación, o mas detalles para lograr comprender y compenetrar con el personaje principal, por lo que me hubiera gustado que el autor le pusiera mas atención a ciertos detalles. Finalmente, el mensaje que el autor pretende es claro y fácilmente reconocible, aunque además, esta novela plantea mostrarnos como alguien que tiene varias cosas en contra, consigue volver a vivir logrando una nueva oportunidad y fabricando el futuro que desea. Una historia, cuyo principal mensaje es: No importa cuantas veces caemos, sino lo que hacemos para levantarnos.

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Partiré diciendo que este libro no es para todos.Lo segundo que diré es que por lo mismo no lo termine.Ahora les contare que pasó... Es simplemente demasiado triste, una historia de un niño que frente a las situaciones de su vida, lo llevan a recorrer un camino que nadie a su edad debería recorrer.La historia la cuenta nuestro protagonista (una historia verídica por lo demás) y es en pocas palabras la historia de como su mama lo deja en la frontera de Afganistan para que los talibanes no se lo lleven, ella vuelve con sus otros hijos sin decirle nada y ahí comenzamos.Sinceramente en ese punto en que el despierta solo, a la edad de 10 años, sin saber donde esta su mama y sin saber que hacer, pensé en no seguir leyendo ya que se me apretaba el estomago.Segui un poco mas, donde vemos un niño que no sabe ni que hacer ni que camino seguir, simplemente sobreviviendo y paso a paso buscando su camino.Pero llego un punto en el que no quería leer mas, se entiende que la historia termina bien porque partimos de la premisa de que el le cuenta la historia a nuestro autor en Francia después de toda esta aventura pero aunque el final fuera positivo el transcurso del libro es algo con lo que simplemente no pude, y es que imaginar que estas cosas no simplemente le pasaron a el si no que pasan, dado los acontecimientos recientes como el conflicto que esta teniendo Estados Unidos y Siria donde pareciera ser que a nadie le importan los niños o el que hay personas que no tienen nada que ver ahí. Simplemente son temas que me superan a un nivel bastante visceral.Espero no se mal entienda ya que creo que es un muy buen libro para quien disfruta este tipo de lecturas, pero para mi simplemente fue mucho, no disfrutaba leerlo, me sentía mal, me trae sentimientos de impotencia, de rabia, de pena etc (algo que no busco a la hora de leer, todo lo contrario)Como les digo, es primera vez que no termino un libro, y este no lo termine no porque fuera malo, si no porque no tuve corazón para leerlo. Con mis dos hijas lo único que pienso es que a los 10 años su única preocupación sea, que jugar, con quien jugar, que comerá de almuerzo, si puede ver una peli antes de dormir, y cosas así. 😢

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Me ha gustado mucho el primer libro que leo de Fabio Geda. A pesar de la sensibilidad con la que narra el tema, transmite la angustia, el miedo del niño, pero también la esperanza, la ingenuidad y la sencillez propias de la edad. Si bien el relato podría haberse originado en la imaginación del escritor, la historia llega más cuando uno se da cuenta de que el merecedor (en este caso de las 4 estrellas) de los elogios y premios es el propio narrador y protagonista de la historia. Se llama Enaiatollah, y todo comienza en un acto de amor infinito, cuando su madre le abandona para que pueda tener un futuro.Dejo unas cuantas situaciones sacadas del libro:-... de algunos días, no tengo recuerdos: sólo una sensación de calor y el miedo a caer, a resbalar sin poder agarrarme a nada.- ... El decimoctavo día vi personas sentadas. Las vi a lo lejos (....) Detrás de una curva cerrada, de pronto, me encontré de frente a las personas sentadas. Estaban sentadas para siempre. Estaban congeladas. Estaban muertas. (...) Yo, a uno, le robé los zapatos, porque los míos estaban destrozados y los dedos de los pies se me habían puesto morados y ya no los sentía, ni siquiera si los golpeaba con una piedra. le quité los zapatos y me los probé. (...) Hice un gesto con la mano en señal de agradecimiento.- Donde no había árboles nos obligaban a correr en grupos, agachados. A veces disparan, decían. ¿Quiénes? No importa. A veces disparan.- La muerte es siempre un pensamiento lejano, incluso cuando la sientes cerca.- Y ahora un buen consejo: si en la vida te toca pasar algún tiempo como clandestino, busca los parques, siempre se encuentra algo bueno en los parques- cuando el niño llega a Grecia, están preparando la ciudad para los XXVIII Juegos Olímpicos: ... había hambre de peones de albañil que trabajaran en negro, a quienes, por quedar bien con el mundo, incluso la policía miraba con consideración, creo. Son un arma secreta los inmigrantes, de vez en cuando.No quiero terminar sin mencionar la situación terriblemente angustiante que el niño vive cuando junto a otros muchos compañeros de viaje los transportan en un doble fondo de un camión. Me faltaba el aire a mí también.

Comentarios de lectores del libro En el mar hay cocodrilos