Martina, 33 años, neurocirujana de éxito, con un hijo de casi cuatro años, que es su vida junto con su trabajo. Un pasado reciente difícil de olvidar, plagado de desprecio y malos tratos por parte de su expareja, que cumple condena en la cárcel. Las cicatrices, tanto físicas como psicológicas, la acompañan en su día a día. Un tatuaje del ave fénix le recuerda que siempre se sale adelante.
Samuel, 40 años, divorciado, juez en excedencia y apasionado de los coches antiguos. Ahora dedica su tiempo a restaurarlos. Unos casos complicados en cadena le hacen replantearse su profesión, pero sigue sin poder olvidar una de sus últimas sentencias, que cada vez de forma más frecuente acude a su cabeza.
Un juicio, unos ojos que se cruzan Meses después, una entrega de premios, esa mirada que vuelve a encontrarse y una nueva oportunidad amenazada por un futuro incierto.