"Me parece natural que lo fantástico se cuele en mis relatos porque estoy rodeado de cosas que no entiendo, empezando por el funcionamiento de mi lavadora y de ahí para arriba. "

Reseña completa de Gusapira para paraiso4.com: http://bit.ly/19l6T2olibros-reseñados1 Carlos Cob130 2

El verano del 36 es tórrido y aburrido en Burgos. El padre Herrera, penitenciario de la catedral, da una conferencia en el Salón de Recreo del Teatro Principal, en la que propone una expedición al purgatorio siguiendo las pistas de Dante en la Divina Comedia. Unos se parten de risa y otros lo apoyan. Mientras tanto, el general retirado Fidel Dávila, conspira para organizar el levantamiento contra el gobierno de la República. Por su parte, un joven seminarista, Rodrigo, ayuda al padre Herrera, y conoce a Antonio José, que se convierte en su maestro de música. Julio, un ex-relojero, socialista bonachón y borrachín, acoge a su sobrino Román, que viene del pueblo y al que casi no conocía, y con el que recorre Burgos. Van apareciendo todos los personajes de la época, desde D. Pefecto Ruiz Dorronsoro, ex alcalde y diputado republicano, dueño de la fábrica de alpargatas, rico y mecenas, su hermana que es la que de verdad lleva el negocio, doña Pilar, Maese Calvo, orfebre y amigo de Antonio José que será encerrado con él pero creo que no correrá la misma suerte, el general Batet, del que todos hablan maravillas, jefe de la VI División, leal al gobierno como lo fue cuando en Cataluña tuvo que detener a Companys en el 34, el general González de Lara, gobernador militar que será detenido y enviado a Madrid (el tren salteado por los milicianos y él asesinado), Manuel Santamaría, ex alcalde socialista que ofrece su hijo para el nuevo ejército salvador como forma de salvar la vida cambiando la camisa, D. Julio Gonzalo Soto, del Círculo y activo miembro de la conspiración, la moderna y roja María Cruz Ebro, la joven y guapa hija de los Plaza, don Manuel Machado, poeta de derechas sin mucho convencimiento porque a él lo que le va son las chicas guapas, el cura Bonifacio Zamora, más entusiasta que nadie en la censura y otras colaboraciones con el alzamiento, el obispo de entonces, Doctor de Castro, también fiel apoyo a la sublevación, don Luis Labin, jefe de los socialistas entonces en Madrid, la casa del pueblo, las sacas, la cárcel, el seminario, el salón de recreo, el teatro principal, el gobierno civil frente al teatro principal, los prostíbulos de San Esteban (Las Gladiadoras, Conchitón ...) –alguno de los cuales se reservó para la oficialidad sublevada tras el día 18, a pesar de la oposición de algún pudibundo cura o militar- , el general Mola, el anciano y casi chocho general Cabanellas, el doctor Albiñana y sus milicias de pistoleros que los primeros días se pasan por la piedra a todo el que se les pone por delante, Diario de Burgos, El Castellano cuyo director era un entusiasta golpista, Radio Castilla, entonces ya con Jesús Pino (padre o licencia literaria), las contraseñas de sainete (la conspiración es una boda, con el novio, el tío, el regalo, etc.), el poeta Ontañón, y un largo etcétera, para una novela bien escrita que se lee en un pis pas y que para quienes conocemos un poquito la ciudad, resulta una delicia tal que ya estoy esperando la segunda parte, que se titulará la ciudad del Gran Rey (Purgatorio), y la tercera (Viene la noche –infierno-) Clau M13

Muy emocionante leer la historia viva de una ciudad, de mi ciudad (cuando parecía que allí pasaba algo). Inquietud en el paraíso está escrita con un cuidado histórico, una picardía entre la ingenuidad y el cariño, que no es fácil de aplicar a partes iguales en los relatos de la guerra, pero que Esquivias sabe resolver.
Diego F. Cantero141 4

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