Nuestra PenÃnsula es tan rica en manifestaciones artÃsticas prehistóricas que, precisamente, su abundancia ha tenido sumidos en el mayor desconcierto, durante mucho tiempo, a historiadores y arqueólogos, impidiéndoles establecer un esquema de conjunto en el que quedasen satisfactoriamente encuadradas y correlacionadas esas variadÃsimas manifestaciones.