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París era una fiesta de Ernest Hemingway

de Ernest Hemingway - Género: Memorias
libro gratis París era una fiesta

Sinopsis

París era una fiesta, el primer escrito de Hemingway que vio la luz póstumamente, despliega el mítico panorama de la ciudad de París, la capital de la literatura americana hacia 1920. La obra es una mezcla fascinante de paisajes líricos y agudamente personales, con otros más contundentes y anecdóticos en torno a sus años de juventud en aquel encantado lugar en el que fue «muy pobre pero muy feliz», en un tiempo de ilusión entre dos épocas de atrocidad.

Diario del hombre y del escritor, crónica de una época y una generación irrepetibles, este texto alinea en sus páginas a figuras como Gertrude Stein, Ezra Pound, Scott Fitzgerald o Ford Madox Ford. El París cruel y adorable, poblado por la extraordinaria fauna de la «generación perdida» y sus precursores, el ideal de juventud para Hemingway, protagoniza este vivaz testamento tan entremezclado de realidad, deseo y remembranza que Manuel Leguineche prologa sin escatimar entusiasmo.


Lo indiscutible es que París tiene su encanto. París tiene su encanto porque tiene su historia, porque tiene raíces bohemias y se podría decir que entiende a los artistas mejor que cualquier otra ciudad.París era una Fiesta de Ernest Hemingway es, según el propio autor y quienes decidieron publicarlo póstumamente, un libro de ficción. A través de las páginas, acompañamos a Hemingway en sus años de juventud, en sus momentos íntimos de escritura y en sus primeros encuentros con personalidades sumamente distinguidas como Gertrude Stein, Ezra Pound y F.Scott Fitzgerald. Imaginar las situaciones que Hemingway nos presenta produce su propia magia, pero en la pluma de este autor en particular todo toma un tono más anecdótico, auténtico, genuino; todo toma dimensión real y nos colma sensorialmente de los pensamientos y emociones que habrán acompañado a la Generación perdida. Por otra parte, la lectura se vuelve sumamente valiosa si tomamos en cuenta los consejos de escritura que encontramos en muchas de las conversaciones. Lo indiscutible es que París tiene su encanto, y siempre lo tuvo. Después de París era una Fiesta, es todavía más claro, más irremediable, casi inexorable, diría. No estamos acostumbrados a que Hemingway nos mienta; y sin embargo, es un libro de ficción. de esas ficciones en las que elegimos creer, para sentir que fuimos lo suficientemente afortunados para robarle al menos algunas conversaciones al siglo pasado.
En mi labor por descubrir e indagar más profundamente en la obra de Hemingway, llegué al que, según muchos, es el libro más personal y revelador del escritor.La estructura narrativa de París era una fiesta se compone de capítulos en los que el propio autor expone las vivencias que le acaecieron durante su estancia en la capital francesa.Como cada vez que he leído a Hemingway, me he encontrado con una narración que, a parte de destacar por las emociones que despierta, lo hace también por su rico lenguaje.El ritmo y la cadencia envuelven al lector en un ambiente bonancible sin apenas darle tiempo a asimilarlo.De la temática destaco la nostalgia y la tristeza con las que Ernest se abre a un público eterno. Desde su nave de añoranza aborda los mares de la amistad, la literatura y el amor. Pese a haber estado con hasta cuatro mujeres distintas, Hemingway reconoce que, a la que más quiso y de la que más enamorado estuvo fue de Hadley Richardson, quien vivió y compartió con él los altibajos en su etapa parisina.La humanidad y delicadeza con las que el de Illinois expone las emociones, la ilusión y sus sentimientos más profundos nos recuerdan lo hermoso y lo más bello de nuestra condición de ser humanos.Desde su relación con Hadley (de la que destaca el mensaje de anteponer el amor a cualquier otro estilo de vida) hasta su amistad con Scott Fitzgerald (la cual se sumió en una montaña rusa de la que no se bajaron ni cuando el golpe contra el suelo parecía inevitable y catastrófico), el autor nos sume en un viaje directo a su juventud y los años dorados a los que escribe desde la soledad. Por último, y parafraseando la conversación y reflexión final entre Hemingway y Evan Shipman, me gustaría añadir que no hay mejor manera de aprender historia que leyendo la obra de todos los autores que se atrevieron a hablar de su época.Llegados al final, no me queda otra que recomendaros la obra de Hemingway y dejaros conmover por sus confesiones y sus monólogos internos sobre una de las mejores etapas de su vida. Enlace: https://lacasadelnomada.com/..