¡Salga! gritó la joven al ver entrar en su habitación a Perry Mason. ¡Salga o
!
¿Llamará a la policía? preguntó Mason.
Una pistola relució en la mano de la joven.
Haré algo más eficaz que eso, señor Mason.
Y entonces, ¿qué le dirá a la policía?
Le diré que usted intentó atacarme, y me mantendré firme en mi declaración. Pero antes de que Perry Mason se marchara, la violenta muchacha se convirtió en testigo importantísimo de un emocionante caso judicial..