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ADVERTENCIA: Esta reseña pertenece al libro Seremos Recuerdos de Elisabet Benavent, es el segundo de la bilogia Canciones y Recuerdos, contiene grandes spoilers del primer libro cuya reseña también podéis encontrar aquí en el blog. Así pues, avisado quedas lector y si sigues leyendo será bajo tu absoluta responsabilidad (suena un trueno en la distancia) 💀En el último capítulo de Fuimos Canciones dejamos a Macarena y Leo muy mal, o muy bien según se mire. Tras conocer su pasado y el gran por qué que los separó tuve sentimientos encontrados. Por un lado no quería que Macarena y Leo volviesen nunca más, hay cosas imperdonables y lo de Leo tiene todas las papeletas en la lotería del rencor para ser una de esas cosas. Por otro lado Leo me había empezado a gustar como personaje y no podía ni pensar en que las cosas se quedarán así, que lo suyo no tuviera más hojas. Seremos Recuerdos ha resultado ser una mezcla algo agridulce de mis dos opciones.Leo y Maca se han autoimpuesto una friendzone tras pasar página, pero cuando hablamos del amor de tu vida la friendzone es bastante difícil de mantener a la larga. Durante este libro veremos como la amistad entre ellos no para de dar pie a algo más, tras el perdón ambos se dan cuenta de que hace tiempo que dejaron de ser aquellas dos personas que tanto daño se hicieron y que tanto se odiaron. Han crecido, madurado y mejorado. Esta nueva visión mutua no hará más que complicarlo todo, un no parar de quiero y no puedo, de rondarse, seducirse y alejarse de nuevo ¡ME IBA A DAR ALGO DEL ESTRÉS! La lectura me ha dejado con ganas de mucho más de estos dos, me han faltado escenas de ellos juntos. Hasta prácticamente el final Benavent me ha tenido insatisfecha y este es uno de los motivos por lo que esas cinco estrellas que se gano Fuimos Canciones han pasado a ser tres y media. El primer libro me lo bebí y aunque este solo me ha durado el fin de semana no me ha parecido tan redondo como el primero, que me pareció perfecto. En este el que se haya dilatado tanto la separación entre Leo y Maca ha hecho que le bajase puntos. Ademas que la historia de Jimena y Adriana, que en el otro disfrute casi tanto como la de Macarena, ha perdido protagonismo en este libro se han descuidado mucho sus tramas que tan buenos momentos prometían. Samuel y Julia merecen también su mención especial, estos personajes me han cautivado sobretodo Sam, para mi su historia merecía un libro propio (¿Quizás un relato?).Eso si, no puedo evitar decir que he caído totalmente en el fenómeno Beta Coqueta, su estilo me ha encantado, es adictivo, muy cercano y el drama y el salseo están más que servidos. Me apunto otros libros de ella porque creo que esto va a ser un empezar y no parar. Además al final de este libro Benavent nos presenta a la que será su próxima protagonista ¡Coco! ¿Para cuando será esto? Quién sabe, pero yo espero que no tarde mucho porque con esta bilogia se ha ganado conmigo una nueva lectora.P.D.: El epilogo de Seremos Recuerdos me hizo sufrir lo más grande, jugar con las ambigüedades rompe corazones lectores.

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Lo primero que quiero decir en esta reseña es que esta segunda parte de la bilogía me ha gustado más que la primera. El ritmo que encontramos aquí es mucho más ameno y engancha. El trabajo de Macarena y todo lo relacionado con Pipa que se me hizo cuesta arriba en la primera parte, no tiene el mismo protagonismo que tuvo en Fuimos canciones , aunque también cuenta con un gran peso en la historia.Lo que también ha cambiado y mucho ha sido mi percepción de Leo. ¡Me ha caído bien! ¿Quién lo iba a decir? Todos los personajes sufren una gran evolución a lo largo de todo el libro y la de este hombre me ha gustado.Por el contrario, las tramas de Jimena y Adriana, se me han quedado un poco flojas. Esperaba más de las dos. Creo que a la primera la han demonizado a un punto que me es imposible defenderla; mientras que han hecho de Adri una niña asustada y llorosa en lugar de la mujer decidida que me encantó en la primera parte.En cuanto a la relación amorosa, puedo decir orgullosa y contenta que me la he creído. La forma en la que se desarrollan los hechos, despacio pero sin dejar de avanzar, me ha gustado. Se podría decir que la historia de Leo y Maca desde que los conocemos es un enemies to lovers to friends to lovers. O algo así.Como en todos los libros de Elísabet Benavent hay escenas de reírte a carcajadas y otras que te hacen reflexionar. Creo que estas últimas me van a acompañar un tiempo...Tengo que reconocer que el final se me ha quedado cojo. Me ha faltado un capítulo de explicación antes de ese epílogo tan raro y bonito al mismo tiempo. Creo que nos merecíamos saber qué pasa en todo ese tiempo en lugar de soltarse de sopetón en unos cuantos párrafos.La bilogía Canciones y recuerdos no se va a convertir en mis libros favoritos de la autora, pero me he alegrado mucho al disfrutar de este cierre de bilogía cuando no esperaba hacerlo.

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Si no has leído Fuimos canciones no sigas leyendo, esta reseña puede contener spoilers del anterior libro. Seremos recuerdos comienza justo donde acabó el anterior libro, tras ver el daño que pueden hacerse, Maca y Leo deciden que lo mejor es continuar con sus vidas. Separados, pero tratando de buscar una estabilidad en la amistad. No pueden permitirse volver a los reproches, a hacerse daño para sacar la rabia de lo que tienen dentro. No es sano, deben tranquilizarse y no estropear los recuerdos de lo que fueron. Deben crear nuevos recuerdos, por ellos, por lo que vivieron, aunque eso implique estar separados. Además Leo tiene a Raquel.Puestas las cosas en orden con Leo, Maca también decide hacerse valer en su trabajo. No puede consentir el trato que le da Pipa, debe de valorar lo que hace por ella. Así es como llega uno de los primeros cambios: Pipa le contratará una ayudante. Tras varias entrevistas Maca elige a Candela, una chica natural que la conquista desde el primer momento. Sabe que serán buenas compañeras, aunque quizás las cosas no surjan como pensaba en un primer momento.Al contrario de Maca, que parece haber encontrado la estabilidad y la calma en su vida, Jimena y Adriana siguen en un mar de dudas. Jimena sigue igual de espontánea que siempre, igual de bruta, pero en esta segunda parte vemos una Jimena con muchas dudas y miedos. No está segura de cómo continuar su relación con Samuel, nadie está preparado para escuchar que tu pareja estaba enamorada de otra persona que no es lo que tú esperabas. Ella lo tiene claro, le quiere. Pero no sabe si será lo que él necesita.Por otro lado, Adriana es cada vez más consciente de lo que quiere y de lo que no, de a quién quiere y a quién no. Sin embargo, es muy complicado romper con toda una vida que creías real y volver a empezar de un modo totalmente distinto. ¿Dará el paso hacia su felicidad?En esta segunda parte la intensidad la ponen las historias de Jimena y Adriana, también las partes más duras estarán relacionadas con ellas. Maca sin embargo parece liberada y feliz. Ha aprendido de sus errores y no piensa volver a caer en lo mismo; sabe que es la única forma de de avanzar y también de que Leo rehaga su vida con su amiga Raquel. Volveremos a tener a Leo como narrador de sentimientos, verá como Maca parece haber pasado página. Por eso él se esfuerza con Raquel, sabe que pueden crear algo bonito y ser felices. Aunque el pasado siempre vuelve en forma de recuerdo, de canciones, de olores, de lugares...todo vuelve a ella.Voy a aclarar que yo creía en ella...,en Macarena, y en esa nueva relación que estábamos asentando con esfuerzo; sobre lo que me pasaba, solamente me permitía pensar que era duelo, nostalgia, el por fin los estás haciendo bien. Estaba aterrorizado con la idea de olvidarla, pero lo intentaba.Me he vuelto a reir con las tres amigas, he sentido que de nuevo la amistad brillaba en toda la historia. Y me he dejado llevar con Maca y con Leo, igual que lo hacen ellos y sus sentimientos. Sin sobresaltos, fluyendo hacia un final que me tenía muy perdida y con el que sufrí hasta el último momento.Seremos recuerdos,como ya acostumbra su autora, es una segunda parte mucho más calmada, más centrada en los sentimientos y las reflexiones. No peca en exceso de nada, algo que agradezco porque cuando la leo busco eso mismo. Que me emocione sin venderme historias poco realistas. Ella es realismo puro. Me siento identificada con todo lo que me transmite.Creo que Elísabet en cada trabajo demuestra que va un paso más allá, cada vez su estilo se acerca más a lo intimista. No es una escritora más de romántica, es una maestra de las emociones. Se nota que crea a sus personajes con mimo, pues son coherentes y consiguen emocionarme como otras historias no lo consiguen.En esta nueva historia vuelve a destacar la amistad como centro de apoyo, de vida, pero también el temor que se tiene a expresar ante esos amigos los verdaderos sentimientos. Se habla de la lucha por lo que queremos, del pensar en nuestros sueños sin frenarnos por lo que hay detrás. Elísabet también se atreve con la temática homosexual, rompiendo estereotipos y prejuicios, incluso toca temas dolorosos relacionados con esta. Y nos vuelve a regalar una historia de amor preciosa, que me ha calado especialmente, pues mi pareja también fue mi ex en su momento y también hubo un abrazo que me abrió los ojos mostrándome que mi casa era él. Elísabet es una apuesta segura para los amantes del género.Un abrazo es, sin duda, un homenaje a la confianza, una ofrenda casi sagrada. Regalamos el aire que nos queda en los pulmones y que calienta la tela sobre la que lo vertemos. Concedes el roce completo de un cuerpo que, desde que naces, es solo tuyo. Te das a oler, a tocar, te dejas al alcance de unas manos que no te pertenecen y que no puedes controlar. Es un voto. Es una dádiva. Es...- Dios...-Suspiré. -Ya estás en casa. Y casa, en ese momento, era él. Enlace: https://bajolapieldeunlector..

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El primero libro de esta bilogía me encantó, hacía mucho tiempo que no leía y fue el libro que consiguió volver a engancharme tras mi indeseado parón en la lectura. No pasó mucho tiempo desde que me leí el primero hasta que pude conseguir el ejemplar de la segunda parte, aunque tampoco fue tan rápido como hubiese deseado, y todo por culpa de mi empeño en recibirlo firmado, ¡estaba deseando leerlo!Esta segunda parte me ha gustado mucho y eso que no sabía muy bien lo que me iba a encontrar; pero me ha sorprendido. Empezando por la increíble Macarena que nos encontramos: una persona mucho más segura o, que al menos, a lo largo de este libro irá transformándose en alguien que deseaba conocer desde un principio. Macarena regresa habiendo pasado una página que pesaba demasiado y que tenía que haber dejado atrás mucho antes, suponiendo un cambio muy grande. A pesar de eso la sigue uniendo a Leo el lazo de una nueva amistad, una mucho más sana en la que descubrirá que no solo está aprendiendo a conocerlo como otra persona porque a veces las circunstancias no siempre son las mismas. A veces las personas cambian y descubrimos en ellas algo que jamás creímos ver, pero que de alguna forma puede convertirse en algo mucho más bonito de lo que pudo haber sido. Por otro lado también han cambiado muchas cosas en lo profesional, donde aparece un nuevo personaje que a pesar de que me ha parecido horrible, aunque también muy real (porque es tan cierto como triste que todavía existan esa clase de personas) me ha parecido muy importante su papel, pues para mi es quien logra romper los esquemas de Macarena, logrando que se de cuenta de que muchas cosas tenían que cambiar si su objetivo era prosperar. En cuanto a mi querido Leo no cambian mucho las cosas, sigue dando nuevos pasos en su relación con Raquel, intentando convertirse en la persona que todos quieren que sea, incluso él. Aunque probablemente no todo sea como él quiere, porque a veces por más que insistas en evitar el destino aparece y te sorprende por completo, encontrándote con una nueva persona, una que probablemente nunca hubiera actuado de la misma manera, y que precisamente por eso es una versión mejor. Adriana me ha sorprendido para bien, así que si en la primera parte no me gustó mucho este personaje, en esta segunda sí ha logrado llegarme mucho más. Me ha encantado vivir con ella ese cambio tan grande en su vida, un cambio que para mi le venía que ni pintado. No podría haber sido de otra manera, porque probablemente de no haber cambiado tanto las cosas no me hubiese gustado jamás este personaje. Tampoco es que le hubiese marcado una X, pero no era la clase de personaje que me suele atrapar como igual sí lo fue desde un principio Jimena. de ella no tengo mucho que decir, pues ya expliqué en la primera parte que me había encantado el personaje, y sigo pensando que me gustaría conocerla más, adentrándome en su cabeza aunque sea en una versión corta, pero que me permita poder seguir disfrutando de sus locuras. Lo que yo buscaba en este libro era continuar por la misma línea romántica pero divertida y profunda en la que de vez en cuando encuentro ciertas reflexiones y aprendizajes que me encanta sacar de los libros. No me ha defraudado y puedo decir que ha cumplido con su cometido. Este es el tipo de historia que me gusta leer, una que me atrape y logre emocionarme, que aunque quizá no es perfecta y no le daría mi 5 completo, tengo que dárselo porque al final la realidad es que es totalmente correcta. Cuando digo que no es perfecta quiero decir que igual hubiese cambiado detalles, que aunque no cambiarían mi veredicto final, sí me hubiesen hecho la lectura mucho más completa, como lo es el final, uno en el que me ha faltado algo de información pero que también he de decir que ha logrado engañarme y mantenerme en vilo durante las últimas páginas. Felicitar nuevamente a Elisabet que se ha convertido en una autora que quiero leer al completo, continuando con La magia de Sofía que será su próxima bilogía que lea. Espero que no me defraude porque después de estos dos libros tengo las expectativas bastante altas. Definitivamente, Seremos recuerdos logra su cometido y te llena de emociones, risas y amor, pero sobretodo consigue que te sumerjas en una bonita historia donde encontramos personas, de esas que tienen sus defectos, sus imposibles y sus no tan imposibles, y entre los que se reparte mucho amor, de muchas maneras pero con mucho sentimiento. Enlace: http://librosconraices.blogs..

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La verdad es que la bilogía me ha gustado mucho y me da pena acabarla. le he cogido especial cariño a Maca, Jimena, Adri y Leo.Tengo una teoría, y es que, Beta escribe algo especial, tiene magia en sus palabras, hace que los personajes y su esencia sean imposibles de olvidar. Y eso, no lo consigue cualquier escritor.Bueno, pues continuamos con la historia de Maca, Jimena, Adri y Leo. Adri y Jimena se ven envueltas en una situación que podrá sus vidas patas arriba.En lo que respecta a Maca y Leo, todo va bien, con tranquilidad, sin grandes problemas reseñables. Intentan llevarse bien y guardar distancias. ¿Lo conseguirán?Como ya os comenté en la anterior reseña, que os la dejaré aquí, desde que conozco a Beta, las primeras partes, suelen, ser las que más me gustan. No se por qué. No es que me aburra la segunda parte, pero la primera me gustó más.Pero, en realidad, esperaba que la segunda parte no fueses tan amena como la primera. Me equivoqué. La trama sigue, avanza y engancha. Como siempre, encontramos escenas de humor. Es lo que más me gusta de Beta, que sabe animarte después de un día feo o que llegues cansada a casa y te pongas a leer. Es la mejor medicina.Como en el primer libro, la historia, está contada tanto por Macarena, la protagonista, como por Leo. Intercala algún que otro capítulo. Esto hace que sepas lo que piensan otros personajes a parte de la protagonista. Hace que la lectura sea más amena, más fácil de leer. Ya que, a veces, aburre un poco que la historia sea contada por la misma persona. Pero esto no sucede aquí.Macarena, sigue el mismo camino que en el mismo libro. Beta mantiene su esencia, su magia. Tiene puntos de humor y reflexión.El personaje de Leo, creo que es esencial, crea curiosidad, y quizás haya sido los capítulos que más me han gustado. Quizás Leo sea unos de los personajes que más me han llegado.Es el turno de Adri y Jimena, amigas de Maca, se encuentran en una situación un tanto peculiar, aún así, Beta lo lleva al terreno del humor y hace que se convierta en una lectura fácil y ágil. Beta no pierde su esencia de humor y eso es lo que más me gusta de su estilo.La pluma de Beta como siempre es elegante y frágil.La sensación de cerrar la última hoja de Seremos recuerdos, fue de pena, no quería acabarlo. No quería despedirme de Maca. Por supuesto, no voy a revelar nada, porque como siempre digo, sé lo que fastidian los spoilers.De nuevo dar las gracias a Megustaleer y Penguin Random House por el ejemplar.