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El color del silencio, Elia Barceló Hola, buenas y calurosas tardes de nuevo.De ola de calor en ola de calor y después de unas semanas de descanso volvemos al ataque con un libro que merece mucho la pena: El color del silencio de Elia Barceló. Está editado por Roca Editorial en tapa dura, tiene 477 páginas y cuesta 19,90 ? (FNAC).EL PASADO DUERME DETRÁS DE AQUELLA PUERTA QUE NUNCA ABRIMOS.Todas las familias tienen secretos, todas las demás claro. Uno nunca piensa que la suya se corresponda con este trillado tópico, hasta que comenzamos a escarbar ligeramente en la historia familiar, ese padre amantísimo, ¿era realmente tan bueno? esa madre devota, ¿ocultaba algo? esa hermana cariñosa, ¿sabes que pasa realmente por su cabeza? ese amor de juventud, ¿realmente te lo cuenta todo? ¿No, verdad? mejor será no tocar el pasado, no ir más allá al ver viejas fotos en blanco y negro, no darle una vuelta de más a esa carta antigua y leer entre líneas... o descubriremos que no todo es lo que parece... ¿Verdad?Helena, atormentada por sombras del pasado que no consigue resolver recibe el legado de su madre, Blanca, una caja con cartas, documentos y fotografías antiguas que la ayudarán a desengranar la oscura trama familiar llena de secretos en la que ha vivido engañada durante casi toda su vida. al volver tiene que enfrentarse a su propia familia, con la que no está muy unida y con un antiguo amor de juventud, clave en su propia historia familiar.El color del silencio comienza con una constelación, que deja a Helena descolocada ante los sentimientos de su familia con respecto a un drama familiar que los marca para siempre. Hay que aclarar que esta novela no trata sobre la guerra civil, simplemente la toca de forma tangencial y sirve como ambientación de la trama. La forma de escribir es muy bonita, está escrita con esmero, con delicadeza, con cada palabra en el lugar que debe ocupar, constituyendo una historia muy lograda. Os aseguro que merece la pena leerla de forma tranquila pero sin pausa, y que os pondrá el bello de punta en varias ocasiones.La historia transcurre en tres épocas distintas:Valencia,1936: Las bellas hermanas Santacruz, hijas de un acaudalado comercial valenciano conocen a los apuestos oficiales del ejército Goyo y Vicente, son tiempos revueltos y estamos en los principios de lo que será una guerra fratricida entre españoles. Goyo, Gregorio Guerrero, un oficial ambicioso y sin escrúpulos decide comenzar a picar alto y pone sus ojos en Blanca Santacruz. Rabat, Marruecos, 1969: Mansión familiar de la Mora, una fiesta en el jardín con motivo de la celebración de la llegada del hombre a la luna atrae a muchos invitados de diversos países, fiesta que acabará trágicamente con un asesinato que permanecerá sin resolver durante años. Madrid, época actual: Una famosa pintora busca respuestas para acallar las sombras que la persiguen y que se han convertido en su marca personal y símbolo de su arte. En El color del silencio vamos a conocer a dos generaciones de una misma familia, en 1939 unos recién casados Gregorio Guerrero y Blanca Santacruz embarcan en Lisboa en un crucero que los llevará al destino de Goyo en un puesto diplómatico en Rabat, Marruecos, en un momento crucial de la historia de España, y poco después de Europa. Allí se establecerán y crearán una familia compuesta por tres hijos: Alicia, Goyo y Helena.En la casa familiar de la Mora, en Rabat, varias décadas después conocemos a las jóvenes Alicia y Helena Guerrero, dos hermanas muy unidas que son totalmente opuestas en físico y carácter. En el transcurso de una fiesta de verano ocurrirá algo que destruirá por completo a la familia.Nuevamente avanzamos varias décadas en el tiempo y nos encontramos a Helena, acompañada de su pareja Carlos, que vuelve a España para la boda de su casi desconocida nieta, ya que su trabajo de pintora de fama internacional la ha llevado por distintas partes del planeta hasta establecerse de forma permanente en Sidney, Australia. A partir de aquí no os voy a contar nada más, los misterios tenemos que descubrirlos cada uno por nosotros mismos, así que si queréis descubrir cual es el color del silencio no dudéis en leer esta obra de Elia Barceló, un modo inigualable de acercarnos al final de este verano tan cálido, escarbando en viejas historias familiares que yacen cubiertas de polvo en el fondo de cajas abandonadas en cuartos cerrados y subyacen ocultas en lo más profundo de nuestro subconsciente.EL COLOR DEL SILENCIO, OCHO. Enlace: http://readinginmyroom.blogs..

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Helena Guerrero, a sus sesenta y ocho años, es una pintora de gran prestigio a nivel internacional que imprime a sus cuadros un sello muy personal: una sombra omnipresente en cada una de sus obras parece representar la oscuridad, los secretos y las muchas dudas que asaltan a la artista desde que, muchos años atrás, el asesinato de su hermana Alicia acabara con la felicidad de toda la familia y los alejara para siempre de la Mora, una preciosa mansión en Rabat. Ha pasado mucho tiempo de aquello; desde que Helena pusiera tierra de por medio para enterrar su dolor y se trasladara a vivir a Asia. Hoy día, afincada en Adelaida (Australia), casi no tiene contacto con los suyos. Será la invitación a la boda de su nieta Almudena en Madrid y su participación en una constelación familiar (una especie de terapia grupal para solventar traumas del pasado), la que removerá todo en su interior y le anime a buscar unas respuestas que ha demorado demasiado tiempo. Una vez en Madrid, las pistas que le facilitará el que fuera marido de su hermana, Jean Paul, y unas cajas que, antes de fallecer, entregó su madre a un familiar para que las hiciera llegar a Helena, la ayudarán a recomponer la historia de una familia que quedó destrozada un día de julio de 1969, mientras en el mundo se celebraba la llegada del hombre a la luna. El color del silencio es una novela diez en la que tres hilos temporales se irán alternando para desgranarnos la historia de la familia Guerrero. Comenzamos en la actualidad para conocer a Helena Guerrero cuando, a sus sesenta y ocho años, viaja de Australia a Madrid para asistir a la boda de su nieta. Allí se reencontrará con una familia casi desconocida para ella. El hilo más antiguo nos llevará hasta Valencia en los años previos a la Guerra Civil española, donde conoceremos a la familia Santacruz y a un joven militar que queda prendado de la menor de las hermanas. El último nos trasladarás hasta La Mora en el año 1969, una idílica mansión en Rabat, donde la familia Guerrero celebra una concurrida fiesta cuando sus hijas, Alicia y Helena cuentan con poco más de veinte años.El color del silencio es una de esas novela que te atrapan por mil y una razones y dejan una huella indeleble; una historia preciosa en la que, con una prosa cálida, cuidada y evocadora, Elia Barceló consigue trasladarnos en el tiempo y hacernos saltar de una época a otra para vivir la España de la represión, de la mujer florero, dibujarnos a la alta burguesía valenciana en los albores de la Guerra Civil o hacernos espectadores de una fiesta en un lugar lleno de contrastes: La mora, un auténtico vergel que se nos quedará grabado en la retina. Son muchos los personajes de los que se sirve la autora para construir una compleja historia en la que, a su debido momento, cada pieza encontrará su engarce. Y, aunque pocos quedan en un simple esbozo, será Helena la que se lleve el gato al agua. Sobresaliente es el calificativo que me viene a la mente para describir a la protagonista central de esta historia; un personaje sublime. Una mujer carismática y llena de matices. Tan viva que evoluciona de forma coherente a lo largo de las páginas y, al tiempo que va conociendo la verdadera historia de su familia, va asistiendo a una especie de catarsis. Pese ello, no es Helena alguien que resulte amable, más bien todo lo contrario: independiente, soberbia y con un carácter hosco, de primeras, provoca nuestro rechazo. Imposible no mencionar dentro de los secundarios a sus padres aunque no comentaré nada de ellos para que descubráis por vosotros mismos su historia. Carlos, su actual pareja, es un perfecto caballero que se define a través de sus actos; un hombre de una pieza y gran inteligencia. Por último, Jean Paul, su cuñado, transmitirá mil y una emociones al lector. En resumen, El color del silencio es una preciosa historia que nos moverá a lo largo de varios continentes para narrarnos la apasionante vida de una mujer fuerte a la que un trágico suceso marcó el destino. Casi en el ocaso de sus días, necesita encontrar respuestas sobre su pasado; unas respuestas que nos llevarán a conocer las raíces de su familia e infinidad de secretos que han permanecido sepultados durante años. Una novela que me ha hecho vivir tal torbellino de emociones que no puedo más que insistir en recomendar. Impresionante: por personajes, estructura, trama y prosa. Un trabajo impecable. Enlace: https://bookeandoconmangeles..

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El arte es como una especie de espejo en el que uno ve lo que tiene dentro, leyendo Los colores del silencio acabo de darme cuenta de que soy una hipócrita, porque siempre creí que era transgresora, y al menos si no era yo la protagonista de los cataclismos morales o de lo políticamente correcto, los defendía como una bandera, pero acabo de darme cuenta que ni en la libertad uno es enteramente libre de los convencionalismos? transgresor debería dar cuenta de quien cruza las líneas que marcan lo correcto y lo incorrecto, pero yo en mi hipocresía muevo la línea a mi conveniencia?el personaje de Helena cruza unas cuantas de esas líneas invisibles que separan lo moralmente aceptable de lo que no lo es, siempre hacia la bajeza, ya no sentí que debía defender a ultranza su conducta?siempre reconozco su derecho a actuar como le venga en ganas, pero ni así justifico sus actos, aunque no se para que me molesto en hacerlo si es evidente de que ella no lo intenta siquiera. Yo sé que con la edad la gente cada vez acepto menos tonterías, es más directa, menos tolerante, pero Helena se pasa, a veces, aunque claro no podemos olvidar el peso de sus circunstancias.Elia Barceló nos cuenta una historia a varios tiempos y espacios tejidos en la red del pasado y presente de la familia Guerrero-Santacruz y con gran maestría mantiene el suspense de lo que realmente pasó con los personajes. Hay personajes como el de Helena que me causaron honda impresión, no pude menos que aborrecerlos hasta que con cada pista develada me caía mejor y aunque parezca contradictorio el personaje de Goyo me gustó mucho, el típico hombre que hace lo que tiene que hacer sin remordimientos y sin justificarse. Se ve la evolución de los personajes, de los lugares y de la historia del país. Algunos giros pude preverlos, otros me sorprendieron y el final es una joya, un broche de oro. Me gustó mucho.

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Este es el segundo libro que leo de esta autora, y no será el último. Me gusta como escribe, su prosa, sus descripciones, sus tramas.... y, sobre todo, sus personajes. En este caso tenemos como protagonista a Helena, una pintora de fama internacional, española, pero nacida en Marruecos y, en la actualidad, afincada en Australia. Ya tiene 68 años y una serie de circunstancias, la llevan a volver a Madrid. Por una parte, la boda de su nieta (a la que apenas conoce) y por otra, la preparación de una exposición. Mientras está allí, con su actual pareja, Carlos, se enfrenta a sus temores, y a sus recuerdos. Mediante flash-backs a los tiempos pasados, la autora nos va revelando lo que sucedió con los padres de Helena en los años anteriores a la Guerra Civil Española; y a la propia Helena, en Marruecos, el día en que el hombre pisó por primera vez la Luna. Todo ello fue lo que la llevó a distanciarse de todo y de todos. Me ha fascinado la personalidad de Helena, totalmente coherente a lo largo de toda la obra. Es una mujer fuerte, autosuficiente, que se ha labrado su vida a su antojo, prescindiendo de casi todo, incluso de sus sentimientos... a los que se ve obligada a enfrentarse. También debe afrontar el reencuentro con la familia, con su hijo, con su cuñado y recongraciarse con los recuerdos de sus padres. Aunque Helena es la protagonista principal, la autora también describe muy cuidadosamente los personajes de su entorno, especialmente en lo relacionado con el pasado. Otra faceta a destacar es la cuidadosa descripción de los paisajes, de los ambientes, de las ciudades. Te hace sentir que estás allí, sobre todo cuando habla de la vida de la familia en Marruecos. Te dan muchas ganas de conocer el jardín de la villa en la que vivían, que parece de cuento de hadas. La trama, con alguna sorpresa inesperada, me ha atrapado totalmente. Muy recomendable.

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Es esta una historia narrada en tres épocas muy distintas: la guerra civil española,1969 ( plena dictadura franquista),y la época actual; así como en tres escenarios diferentes: Valencia, Rabat y Madrid. También son muchos y muy variados los personajes que transitan por sus páginas, y sin embargo toda esta mezcla resulta en una lectura ágil, entretenida y muy amena gracias a la destreza narrativa con la que la autora entrelaza las historias que describe. Para empezar, el personaje principal, Helena Guerrero, una exitosa pintora de fama internacional, aparece como alguien con quien es casi imposible empatizar dado que es sumamente egoísta, antepone sus caprichos a todos ya todo, es capaz de traicionar a su propia hermana, etc, etc. Sin embargo, es un personaje que además de ir evolucionando a lo largo de la obra, también se va ganando la comprensión del lector según se van conociendo los detalles de esa historia familiar que al final se desentraña y que la propia Helena ha desconocido durante toda su vida. Siendo Helena Guerrero el personaje principal de la novela, no se podría calificar a la mayoría de los demás personajes como secundarios puesto que están descritos por la autora con tal detalle y cuidado y son tan esenciales para ir desgranando la historia y desvelar ese secreto familiar tan bien guardado, que resultaría muy injusto dado el gran peso que algunos de ellos tienen en la historia , como es el caso del cuñado de Helena o de Carlos, su actual pareja. De la misma manera la descripción de los escenarios es tan minuciosa y real que hace que el lector se sienta transportado a dichos lugares durante la lectura. Está sensación es especialmente intensa cuando describe los jardines de la Mora, u otros rincones de Rabat. Está ha sido mi primera lectura de una obra de Elia Barceló, pero sin duda continuaré descubriendo a esta autora pues me ha encantado su narrativa.