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Eley Williams, profesora inglesa de Escritura Creativa por la Universidad de Londres, hace su presentación en el mundo de la novela con una deliciosa historia que trata de recrear la comedia británica al estilo más clásico. En 2017, Eley alcanzó una gran aceptación con el libro de relatos Attrib y otras historias, en la que también se destaca la narrativa plena de su ingenio.En El diccionario del mentiroso se plantea una trama muy original a partir del concepto de mountweazel, es decir, las supuestas entradas o términos falsos empleados en diccionarios, enciclopedias e incluso guías de viaje con el fin proteger una obra. Dicho en otro término, pequeñas trampas para evitar el plagio. Con esta premisa, la autora impregna su novela de una particularidad que atrae a los lectores, pues este concepto lleno de detalles en apariencia veraces, le permite hacer partícipe al lector de un juego basado en descifrar las palabras reales de aquellas que ella ha inventado.Una florida narrativa, un soberbio uso del lenguaje, acorde a la temática, y la singularidad e ingenio con el que está escrito la obra, permite que la lectura sea asequible y divertida.Los saltos narrativos que enlazan las dos líneas argumentales están muy bien definidos por lo que el lector se encontrará con una lectura fluida, amena e intrigante.Además, la historia se encuentra articulada en capítulos alfabéticamente ordenados y divertidos pasajes, al más puro estilo de humor inglés, que relatan veladas historias de comedia romántica. Son cuatro los personajes principales que llevan las riendas de la obra, y a pesar de encontrarse limitados en su tiempo y espacio, poseen una construcción básica propia para el género que los identifica inmediatamente. de este modo, su sencillez fortalece la narrativa e involucra más a un lector que puede fácilmente sentirse atraído por ellos.A través de estos protagonistas, Williams hace de esta novela una invitación para reflexionar ante la inminente sustitución del diccionario impreso por el electrónico, debido, principalmente, a la facilidad para que en este último se actualicen sus entradas. Así mismo, destaca en sus mejores momentos la belleza del lenguaje, la reflexión sobre el mismo e incluso su fragilidad. Todo ello origina en el lector múltiples cuestiones sobre la importancia de este tipo de libros.Por ello, considero que El diccionario del mentiroso es una novela que ejerce como homenaje, muy especial, a los antiguos libros que hoy rara vez vemos en las casas, las enciclopedias. Sí, aquellos volúmenes que, aunque faltos de creatividad, creíamos que contenían toda la sabiduría del mundo.Con mucho cuidado y talento, la autora crea una historia muy interesante con un tema pocas veces visto, haciendo gala de una prosa excelsa, salpicada de tintes poéticos y analíticos.Sin duda, estamos frente a una novela muy completa y una escritora de la que podemos esperar grandes cosas y no puedo más que recomendar esta obra a todas aquellas personas que disfruten con una buena novela de corte y humor británico.

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Esta es la historia de un diccionario muy peculiar. Fue creado a finales del s. XIX pero no ha sido hasta ahora, al revisarlo en la editorial para una actualización, cuando descubren que está lleno de palabras inventadas. Comienza así una ardua tarea por encontrarlas, a la vez que viajamos en el tiempo para descubrir quién fue el que introdujo esas entradas falsas y porqué lo hizo. Con toques de humor, un punto de intriga a través de amenazas de un desconocido y también dos historias de amor, vamos conociendo a los dos protagonistas y sus historias: Winceworth, un lexicógrafo bastante particular, y Mallory, una secretaria en prácticas intentando encontrar los errores.Para mí esta trama ha sido quizá la excusa para reflexionar acerca de las palabras, su origen, el poder que tienen, su significado, el lenguaje como algo vivo, que cambia y se puede reinventar. ¿Cómo nombrar algo que sientes pero nadie ha definido aún? Esta ha sido la parte más interesante para mí, tiene algunas frases y reflexiones que me han gustado mucho, aunque por lo demás, y aunque me parece que la idea era buena, debo reconocer que no he llegado a conectar con la forma de narrar de la autora. En varios momentos se me hizo un poco cuesta arriba porque no conseguía meterme del todo en la historia, creo que por la manera en que la ha enfocado. Aún así me parece un tema original y me han gustado mucho algunas curiosidades sobre los diccionarios y el trabajo de los lexicógrafos (algo que desconocía totalmente).

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El diccionario del mentiroso es un libro sobre el poder de las palabras y, cómo no, de la imaginación. Sitúa al lector en Londres, pero en dos épocas muy dispares. Primero, en 1899, donde el protagonista es Winceworth, un lexicógrafo que está puliendo las definiciones de las palabras que empiezan por S para el popular y famoso Diccionario Swansby. Segundo, en la actualidad. Ahora Mallory trabaja como becaria ?únicamente junto a su jefe en todo el edificio- en la muy venida abajo misma editorial de la enciclopedia anterior. El primero vivirá el acoso laboral de sus compañeros, sus burlas y sus complejos (cecea a raudales), aumentarán aún más cuando conozca a Sophie. La segunda vivirá atemorizada por unas llamadas anónimas al despacho y conocerá la magia de descubrir los engaños junto a su pareja.Ambos protagonistas hilan el proceso de creación de las palabras. de hecho, el libro va incluyendo referencias continuamente. Winceworth quiere enfrascar cualquier sentimiento, color o visión a través de las letras. Y, por el contrario, desenmascarar las mountweazels ?esas ficticias palabras- es el divertimento de Swansby. El libro quiere ir más allá y incorpora dos historias de amor, aunque, para mí gusto, no son muy necesarias. El libro está bien escrito, los capítulos son cortos y van intercalando pasado y presente, pero ?siendo muy sincera- se me ha hecho algo bola. Me costó muchísimo entrar en las historias, se me hizo demasiado lento y tedioso. El último tercio quizás consta de más ritmo y acción, pero el camino hasta él cuesta y no ha sido una lectura fácil

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4 🌟 En esta historia conocemos a Winceworth y Mallory, separados en el tiempo por un siglo, pero conectados por su trabajo en una editorial, Swansby, que lleva intentando publicar al completo un diccionario enciclopédico desde finales del siglo XIX, siendo su fundador el profesor Gerolf Swansby. David Swansby es en la actualidad el jefe de Mallory, un hombre que retiene lo que en otra época fue grande pero que ya está de capa caída, desesperado se mantiene como puede; el antepasado de David, Gerolf Swansby, es el jefe de Winceworth en el tiempo pasado de la novela.Nos sumergimos en la vida de Winceworth y de Mallory cada cual con sus problemáticas varias: desde la soledad, el sinsentido de vivir y el sentirse insignificante e incluso simular un ceceo de uno hasta la falta de cierto amor propio, la precariedad profesional y los costes de vivir con el miedo de salir del armario de la otra. Hay mucho en esta novela y sí, las palabras adquieren gran protagonismo, son el nexo de unión entre ambos tiempos, y no palabras al uso, sino palabras falsas inventadas, palabras que definen aquello que no está definido, y esto es una de los aspectos que más he disfrutado de esta novela tan original.El mundo de los diccionarios evidentemente está presente, esa fascinación que pueden provocar las palabras también. Una novela que se centra en la lexicografía y también en la profesión del lexicógrafo y su papel. Una temática que me ha parecido muy atrayente, no había leído nada anteriormente tan relacionado con estos temas y ha sido genial. Pero, insisto, hay mucho más en esta novela.El estilo de la autora me ha conquistado. Una lectura especial y diferente que recomiendo sin duda, es su primera novela y estaré pendiente de su trayectoria. Enlace: https://lectoraempedernida88..