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Con una novela donde campean por sus páginas, además de la consabida aventura, los protagonistas incidentales, los organismos gubernamentales y la investigación en múltiples ámbitos, desde el tecnológico,, el rigurosamente científico, en áreas biológicas, paleontológicas, evolutivas, e incluso la aparentemente abandonada carrera espacial. Preston consigue una atractiva e interesante historia donde la carrera por la vida y la muerte se enlazan con una carrera donde la muerte acaecida hace millones de años puede acarrear nuevas extinciones, o al menos permitir atisbos sobre otras formas de vida, esta vez de naturaleza extraterrestre. En este escenario, revive teorías sobre la extinción de los dinosaurios y muestra que el interés por su búsqueda, descubrimiento, con fines tanto científicos, como puramente personales fundamentados en la avaricia, el afán de posesión y su vertiente económica siguen más vivos que nunca, mas vivos que hace 65 millones de años. El descubrimiento de un Tiranosaurio, no fosilizado, sino momificado, atrae a todos estos protagonistas con intereses no siempre altruistas, y se enlaza con la ultima, pero en absoluto fallida misión a nuestro satélite y despierta la ambición de un anodino científico todos en pos de apoderarse de tan valiosa pieza de capital importancia en el área paleontológica, por lo que es, por lo que puede ser y por lo que para cada involucrado representa. Desarrollado en el desierto de Nuevo México, donde lo que sobra es espacio para la aventura, y fundamentado en múltiples datos, técnicos y científicos, algunos rigurosos, otros no tanto, algunos innovadores y otros ya caducos De lo que no carece es de algunos aportes paradigmáticos en su época, que rompieron con paradigmas anteriores, y que han sido y serán devastados por nuevos paradigmas ( porque esto es la ciencia, y el avance tecnológico) . A resaltar el hecho de que los dinosaurios, algunos, poseían plumas. Y los datos tecnológicos de laboratorios y armamentísticos, que parecen rebasar el propósito de la historia, pero realmente enriquecen y aceleran el ritmo de la misma. Dinosaurios mi pasión secreta, Tiranosaurio, la máxima maquina de matar viviente, aquí se cuenta una versión más de su historia. Y me ha gustado

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