El cadáver de sonrisa grotesca de la casucha de Devonshire era el de un hombre que habÃa tenido una muerte horribleÂ… frente a un plato de setas. Su cuerpo contenÃa suficiente cantidad de la mortÃfera muscarina para matar a treinta personas. ¿Por qué un experto en setas se deleitarÃa con grandes cantidades de una especie tan venenosa? Una pista de este genial asesinato, que habÃa desconcertado a las mejores mentes de Londres, se escondÃa en una serie de cartas y documentos que a nadie habÃan interesado, excepto al hijo del difunto.