Una joya robada que pasa de mano en mano con excesiva facilidad. Dortmunder realiza un golpe en solitario, la intrusión en una joyerÃa. Pero, en el mismo momento de entrar, y en el aeropuerto de Nueva York, un fabuloso rubà es robado por una banda. Mientras se halla en faena, en la joyerÃa en la que se encuentra Dortmunder entran unas personas, manipulan la caja de seguridad y después se van. Cuando queda sin ser descubierto, Dortmunder cree que su suerte ha cambiado. ¡Ja! Craso error. John Archibald Dortmunder abre sin problemas la caja, arrambla con su contenido y, al ver un pedrusco rojo piensa que es imposible que sea auténtico dado el tamaño y categorÃa de la joyerÃa, pero se lo lleva también, por si acaso. Craso error, de nuevo. La banda responsable del robo del aeropuerto cae en cuestión de una hora, pero la sorpresa del FBI es descubrir que la joyerÃa en la que estaba guardado el botÃn ha sido atracada.