Frank Ellery, coninstrucciones concretas para ponerse en contacto con el agente federal Rush
Sanders, en Nueva York, emprendió el vuelo desde la capital hacia la ciudad delos rascacielos. ParecÃa ser que lapoderosa y compleja maquinaria del «Federal Bureau» se habÃa puesto enfuncionamiento alrededor de la personalidad extraña de una mujer rubia quenadie sabÃa quién era o de dónde procedÃa, pero cuya presencia en el paÃsconstituÃa, ante su solo anuncio, un inminente peligro contra algún engranajede su seguridad interna.