«Como vivo escribo», reza el primer verso de Herido de vida, poemario de Domingo Díaz. Con esta simple frase nos adentramos en la indisoluble relación vida-escritura de la cual todo poeta se siente parte. Son, sin embargo, poemas de ciudad, un hablante que recorre calles, que sufre por la ausencia de otro y que recuerda con nostalgia el pasado. Tomamos vino y comemos quesomientras me habla del pasadoCuando el padre le dijo que erahomosexual junto a su novioy la historia del sobrino preso por matara un negro en Wisconsintambién del Tap Roomdonde tomaba con traficantes y putas.