oleebook.com

Érase una vez la taberna Swan de Diane Setterfield

de Diane Setterfield - Género: Intriga
libro gratis Érase una vez la taberna Swan

Sinopsis

En una oscura y brumosa noche, en el pequeño pueblo inglés de Radcot, a orillas del Támesis, los lugareños se reúnen en la taberna Swan para compartir un trago e historias llenas de sabiduría popular. Con seiscientos años de antigüedad, la posada es famosa por reunir a los mejores narradores de cuentos populares, pero esa noche la tertulia nocturna se ve interrumpida por la llegada de un hombre misterioso empapado en sangre que carga en sus brazos a una niña inconsciente. Antes de que el hombre pueda emitir explicación alguna, cae derrumbado. Mientras tanto, río arriba, dos familias buscan desesperadamente a sus hijas, Alice Armstrong, a la que nadie ha visto desde hace veinticuatro horas tras el suicidio de su madre, y Amelia Vaughan desaparecida dos años atrás sin dejar rastro.


Leí en su día El cuento número trece y me encantó. Cuando vi este título y (parte de la sinopsis) me llamó la atención y cuando descubrí que era de la misma autora quise leerlo inmediatamente, Érase una vez la taberna Swan.Nos encontramos en la taberna Swan, conociendo a la gente que habitualmente acude allí. Gente que le gusta escuchar historias, y gente que le gusta contar historias. En esos momentos y justo en una noche mágica como es la noche más larga, el solsticio de invierno, entra en la taberna un señor ensangrentado con una niña. El hombre cae y la niña casi no tiene pulso. al acudir la enfermera del lugar descubre que la niña ha muerto. Pero al cabo de unos minutos descubren que no, que la niña ha sobrevivido, vuelve a tener pulso. El hombre también sobrevive con grandes heridas, pero sigue vivo, la taberna tendrá una nueva historia que oír, la de Daunt, el fotógrafo que salvó a la niña. Descubren así que no es el padre de la niña, que no sabe cómo llegó allí y no sabe por qué estaba en el agua la niña, todo muy misterioso. Tras esto, la noticia recorre los pueblos del Támesis y a la taberna Swan acuden varios personajes que dicen ser los padres de la niña: los Vaughan que perdieron a su niña hace dos años, Lily una mujer que dice que la niña es su hermana Ann y los Armstrong que cuentan que Robin, su hijo, es el padre de la niña. Entonces ¿quién es la niña en realidad?Esta historia es muy compleja llena de tramas y al ser una novela coral, todas las historias de cada personaje cobra vida y todas son fundamentales para encajar todo y poder entender este maravilloso cuento. Porque sí, es un cuento, un cuento narrado con una voz sutil, envolvente y cautivadora. Nos envuelve en una atmósfera sugerente y original, increíble visual, muy real y en otros momentos totalmente mística, donde las historietas de padres a hijos, la taberna y el río Támesis forman parte de los personajes. La narración es innovadora y aunque al principio cause impresión, es especial, crea una visión mucho más precisa y consigue atrapar al lector por su misteriosa forma de abordar los temas y por cómo abre nuevos enigmas y por cómo los cierra de una forma magistral y muy sólidamente.La trama es original y muy atrayente con muchos temas interesantes que la autora aborda sin apenas darnos cuenta: la importancia de la familia, el dolor del duelo, el amor en todas sus vertientes, la maldad, el rencor y la venganza pasados los años, el perdón y la superación, la religión o la fe, los miedos... Hay mucho trasfondo en cada historia y cuento que la autora crea. En ellas se refleja cada punto que el ser humano puede pasar a lo largo de una vida y la autora consigue transmitir al lector todo pero de una forma amena, grácil sin ser una historia dramática ni sensiblera. Pero lo que sí ha consiguido, al menos en mí, es que el final sea totalmente conmovedor y se te encoja un poquito el corazón y compartas muchos de los sentimientos que cada personaje tiene en esos momentos agridulces, dolorosos y a la vez tan felices. Es un final apasionante que cierra todo perfectamente como un círculo perfecto, como lo haría un buen cuento con su parte bonita pero también con su parte triste, como la vida misma... La verdad es que consigue fascinarnos por completo con ese inesperado final.Los personajes son la parte más importante en este cuento. Son muchos los personajes que protagonizan la novela, cada uno con su propia historia y narrando diferentes escenarios pero todas ellas con un hilo conductor y algo que a todos une: el río, y con la taberna como escenario final de todas las historias. La niña es la más especial, la autora construye un personaje inescrutable con un halo de misterio total que nos hará dudar en todo momento; Rita, nuestra enfermera y una de las grandes protagonistas, una mujer que sufre por un pasado sin familia que se rodea y fortalece a partir de su trabajo y nada más, hasta que llega esa niña a su vida y cambia todo; Daunt, el hombre misterioso que llega con la niña, es un fotógrafo que se prendará del río y según la autora está basado en un personaje totalmente verídico que dejó a la posterioridad miles de fotos del río en aquella época; Vaughan, un hombre pudiente que quiere reconstruir su vida con su mujer pero la huella de la desaparición de su hija le pesa mucho; su mujer, Helena una mujer viva y a la vez rota por no saber de su hija; Armstrong un granjero negro, todo un caballero que por su pasado huérfano quiere una familia unida y daría todo por sus hijos; Margot, Joe, los dueños del Swan, contadores de historias increíbles y Jonathan, hijo de estos, un chico especial que ve lo que otros no pueden... estos y muchos más son los protagonistas de diferentes historias, amargas y confusas, dulces y tiernas, o crueles y tormentosas. Todos los personajes son entrañables, totalmente creíbles, algunos también sobrenaturales, como en todo cuento, pero todos con un perfil muy marcado, que destacan y estremecen y que todos cuentan una historia con su reflexión y moraleja.La historia es muy compleja por lo que me costó un poco entrar: quizás fue la voz narradora o el estilo; o fue que creí que sería una novela mucho más negra de lo que en verdad es. Y es que aquí nos encontramos con un bellísimo cuento con muchos secretos por desvelar y emociones por despertar, con una ambientación excelente y que nos transmite de nuevo a la niñez, a la fe de creer y de ver lo que el ojo no ve, a la importancia de narrar historias y, a la vez de escucharlas con atención, envolviéndonos en ellas, viviéndolas y disfrutándolas como si tú estuvieras dentro de ellas y fueras uno más de los espectadores y oyentes de la taberna Swan. Una historia intimista, eterna y sorprendente, que no empezó bien en mi caso, pero que se ha quedado conmigo por sus personajes o por la trama, no lo sé; pero que se ha colado entre una de mis mejores lecturas del año porque es de esas novelas que se recuerdan y no olvidas y que te emocionan por los recuerdos tan bonitos que has experimentado leyéndola. Enlace: https://eltemplodelalectura...
Me ha costado identificar el género en el cual encuadrar a este libro, puede ser un cuento largo, un thriller muy ligero, un libro de narrativa coral o simplemente es un poco de todo lo anterior. Al principio me costó algo de trabajo meterme en la historia porque tiene muchos personajes y todas las historias se entrelazan de tal manera que cuesta trabajo entender muy bien cada una, todas unidas alrededor de una niña que fue encontrada en el río, la niña no habla, pero varios personajes del libro reclaman que es suya. Así vamos conociendo a cada personaje, cada historia relacionada con la perdida de una niña, sin embargo, nadie está seguro de que la niña encontrada sea la suya y tampoco sabemos a ciencia cierta qué ha pasado con cada niña que es reclamada. Conforme vamos avanzando nos vamos enterando de la historia de cada uno y se nos va desvelando además de todos los secretos guardados, la vida y obra de cada uno de los personajes. El libro es como un cuento, uno que va alrededor del río del Támesis y el de un barquero que o te lleva hacía la muerte o te salva de la misma y tiene además esa parte de cuento donde, hay buenos, hay villanos, hay magia y hay mensaje. Al final el libro me ha gustado mucho, tiene algunos personajes bastante entrañables, algunos otros bastante olvidables, si no hubiera tenido tanta historia personal y tantos personajes me habría gustado más, como decía eso hizo que me costara trabajo al principio meterme en la historia e incluso comprender el verdadero argumento, sin embargo, en ningún momento me pareció aburrido, cada historia de vida en si fue interesante de conocer, tiene además su punto de magia que me ha parecido enternecedor y ver como cada personaje sana sus heridas gracias a una niña que no habla y que nadie sabe a ciencia cierta quien es. La prosa de la autora en momento me ha parecido algo rebuscada, es de esas que dicen una cosa para que comprendas lo que te quiere decir, hablando a veces en metáfora, no estoy muy acostumbrada a leer libros de este estilo, pero me ha gustado y lo he disfrutado mucho. Lo mejor del libro viene en su segunda parte y el final, ha sido realmente precioso, enternecedor e incluso entrañable leer este final.
Las magníficas opiniones que había leído de El cuento número trece, la preciosa portada del libro y la sinopsis tan atrayente fueron los motivos que me llevaron a leer esta historia. Os cuento mis impresiones.La taberna Swan, una archiconocida posada, regentada por los Ockwell desde tiempos inmemoriales y ubicada a orillas del Támesis, es famosa por reunir cada noche a los mejores contadores de historias. Lo acontecido allí durante la noche del solsticio de invierno cuando un forastero moribundo y empapado entra portando en sus brazos una niña desfallecida será el eje de esta novela. Tras dar unos pasos el forastero se desvanece ante la estupefacción de los presentes, que rápidamente acudirán en su auxilio y avisarán a una enfermera vecina quien, en cuestión de segundos ve como la pequeña muere para poco después recuperar el pulso. ¿Qué ha ocurrido en realidad a la niña? ¿Ha sido un milagro? Nadie sabe dar una explicación lógica a lo sucedido, pero todos los presentes, los que han tenido un contacto con la pequeña, han sentido un magnetismo especial, un instinto protector hacia ella. ¿Quién será? ¿De donde vendrá?A partir de aquí, navegaremos río arriba para ir conociendo a estos y otros de los personajes de una novela coral, que inicialmente provoca cierto desconcierto en el lector, al no saber a ciencia cierta su deriva, para, poco a poco, de forma pausada, ir atisbando cuál va a ser el hilo conductor y nexo de unión de todos ellos: Margot Ockwell, cuya familia ha regentado el Swan desde tiempos inmemoriales, junto a su marido Joe, un gran contador de historias; Daunt, un fotógrafo enamorado del Támesis; el matrimonio Vaughan, cuya hija fue secuestrada dos años atrás; Robert Armstromg, un hombre de color que busca el paradero de su nieta Alice y de una chica que mantuvo una relación con Robin, su hijo mayor; o Lily, una joven con un pasado misterioso que ayuda en la parroquia y cree saber quién es esa niña.Diane Setterfield sabe sembrar el desconcierto en el lector y, desde luego, a mí, a pesar de no ser esta una novela con gran ritmo me encandiló desde las primeras páginas, más que con su historia, con esa forma de contar la historia. Esa prosa cadenciosa, envolvente y descriptiva capaz de trasladarte en el espacio y en el tiempo hasta Radcot, un pequeño pueblecito al borde del Támesis es junto con su impecable ambientación uno de los mejores alicientes de la novela. Y hasta aquí todo hubiera ido bien si no hubiera sido porque, desde mi punto de vista, la autora abusa del número de páginas, dedicándose en exceso a la descripción de lo que siente cada personaje o dando demasiadas vueltas a otros temas, que me hacían sentir por momentos que no avanzaba. Creo que con algo de síntesis la novela hubiese sido más efectiva, logrando mantener la tensión narrativa.La galería de personajes es enorme y de lo más variada. A través de cada uno de ellos la autora va entrelazando una serie de subtramas, que comparten protagonismo entre ellas hasta llegar a entroncar con la principal. Temas como la bondad, la maldad, el duelo, la culpa, el miedo a equivocarnos, el destino, las relaciones entre padres e hijos formarán parte de una historia, impregnada de un aura de misterio, llena de brumas y cierto tinte sobrenatural en la que el Támesis es tan o más protagonista que el resto de los personajes. En definitiva, Diane Setterfield nos trae una historia original, buenos personajes, una prosa y una ambientación impecable, en la que a mí me ha lastrado la extensión y quizás las expectativas de un desenlace más complejo a tenor del misterio generado. No obstante, es una novela que está gustado mucho y como sabéis no es más que una opinión personal por lo que os animo a contrastarla con otras. Enlace: https://bookeandoconmangeles..