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Rebeca de Daphne Du Maurier

de Daphne Du Maurier - Género: Drama
libro gratis Rebeca

Sinopsis

A la mansión de Manderley llegan Maxim de Winter y su nueva esposa, una mujer joven, tímida e inocente. Pronto ésta se verá apresada por el perturbador recuerdo de la primera mujer de su marido, llamada Rebeca. Una mujer brillante en todos los aspectos a la que todos parecen adorar, y que murió mientras guiaba su velero durante una tormenta.

La presencia obsesiva de su recuerdo en todo lo que les rodea, y en especial la arisca actitud de la siniestra y misteriosa ama de llaves (antigua niñera de Rebeca), está a punto de destrozarles la relación y hasta la existencia. Nadie que conozca la película basada en esta novela ha olvidado el conflicto de pasiones e intereses que se desarrolla en la mansión de Manderley. Pero sólo la lectura del libro le permitirá penetrar en la psicología de los protagonistas y comprender sus reacciones, profundamente humanas y convincentes. Los personajes de esta novela son seres complejos, pero el arte de la autora, de extraordinaria fuerza dramática, los recrea hasta lo más mínimo.


Leí Rebecca por primera vez en inglés en mi adolescencia, desde entonces han sido ya otras tres veces más las que he visitado Manderley, y sigue pareciéndome una novela maravillosa. La protagonista de la historia, de la que nunca conocemos el nombre salvo alguna alusión a que resulta peculiar, tiene 21 años y está en Montecarlo acompañando a la señora van Hopper. Huérfana y sin familia, ejerce como su dama de compañía hasta que aparece Maxim de Winter en el mismo hotel en el que se alojan. Maxim es famoso por su propiedad, Manderley, y por ser viudo desde hace unos meses de su mujer, Rebecca. A pesar de su caballerosidad se muestra hosco, burlón, reservado y propenso a la ironía, y no parece tolerar demasiado bien la hipocresía que dictan las etiquetas sociales, por lo que huye de la compañía de la gente... a excepción de la de nuestra humilde jovencita. Cuando Maxim le propone casarse con él, ella no duda en aceptarlo, y mientras pasan su luna de miel en Europa todo parece ir a las mil maravillas... pero su llegada a Manderley lo cambia todo. No sabe cómo ser la señora de una casa como esa, le superan todas las cosas que todo el mundo da por hecho que debe hacer y de las que ella no tiene la más mínima idea; la señora Danvers, ama de llaves de la mansión, se muestra hostil desde el primer momento, y todo el mundo no hace más que repetir lo diferente que es de Rebecca y lo fascinado que esta tenía a todo el mundo, incluido su marido. Rebecca, Rebecca, Rebecca... y si la protagonista lo piensa detenidamente, Maxim jamás le ha dicho que está enamorado de ella, ¿verdad? La nueva señora de Winter empieza a obsesionarse con su antecesora en el puesto, y eso que todavía no sabe lo que está por venir. ¡Allí estaba Manderley! ¡Nuestro Manderley!Ahora que me siento a hablaros del libro, sinceramente creo que no tengo mucho que aportar (que es una de las razones por las me veis hablar muy poco sobre clásicos universales archimegaconocidos). Se ha hablado tanto sobre Rebecca, hay tantísimas opiniones disponibles para quien quieras leerlas o verlas, que no sé qué puedo deciros que marque una mínima diferencia (pista: nada). Sí, os voy a dar mi opinión, obviamente, pero no va a diferir de montones de opiniones ya dadas con anterioridad. En definitiva, que no sé muy bien qué os voy a contar, y que sea lo que sea lo voy a ir separando en ¿secciones? No sé cómo llamar a esta cosa que estoy escribiendo sobre la marcha. Poneos cómodos con unas aceitunillas, unas papas y una cervecita bien fría (que dicho sea de paso, menudo asco de calor hace ya).Rollo macabeo 1. ¿Qué me fascina de Rebecca? Podría deciros que todo, pero quedaría muy simplista, así que allá vamos. Su ambientación, que ya deslumbra desde ese primer capítulo que solo adquiere pleno significado cuando termina el libro y que conviene releer al finalizar la lectura para comprenderlo en toda su magnitud. Misterio, suspense, toques góticos y una narración sugestiva con escenas simplemente magistrales. El ritmo narrativo, que va de menos a más, a mucho más, dando una lección maestra del manejo del suspense: comienza de una manera tranquila poniendo todos los peones sobre el tablero para, una vez acomodados en Manderley, empezar a establecer un círculo alrededor de una trama que se nos mantiene oculta pero que de vez en cuando abre pequeñas ventanas para que el lector vaya atisbando a través de ellas; y llega un punto que ese círculo decide que ya está bien, que ya vale de dejar al lector sentado en la silla estudiando la situación, y el círculo comienza a apretar, a apretar, a apretar... y no puedes dejar de pasar las páginas hasta el final para ver cómo estalla esa trama ante la imposibilidad de soportar la presión de ese cerco. La señora Danvers, personaje creepy donde los halla y que la literatura no ha dejado de copiar, emular, imitar y reinventar desde que vio la luz. Esta señora protagoniza algunas de las escenas más memorables del libro, y sin ella nada sería igual en esta historia. Ojalá pudiera hablaros de algunas de esas escenas. No puedo. Maxim de Winter, y esto puede sorprender porque quizás es el personaje accesorio, el nexo de unión entre las dos señoras de Winter que resulta un misterio para el lector durante buena parte del libro. No es un gran personaje de cara al lector pero es un personaje determinante para el modo en que lo percibe todo la protagonista, y en esa construcción ambigua, fría y opaca está toda su genialidad. Y como de la propia protagonista os hablo después, no puedo dejar de nombrar aquí a Rebecca. Emulando a Shrek (profunda que es una), Rebecca tiene tantas capas como una cebolla, y el modo en que esa cebolla va perdiendo sus capas conforme avanzan las páginas es una genialidad que du Maurier se sacó de la manga, porque además nunca sabes quién va a ser el personaje que en cada momento va a usar el cuchillo para ir haciendo la escabechina. Rebecca no necesita estar presente para ser la dueña de la función.Rollo macabeo 2. El punto de vista narrativo, uno de los grandes logros del libro (y sé que en esto muchos lectores no estarán de acuerdo. pero para eso estoy en mi casa: para dar mi opinión).Daphne du Maurier era una maestra al crear los puntos de vista desde los que narraba sus libros, y el del personaje principal de Rebecca no iba a ser menos. Ay, este pajarillo asustado jamás ganaría un premio a la autoestima. Todo lo vemos a través de sus ojos, tanto lo que hacen y dicen los demás como sus propias interacciones con el resto de personajes, por no hablar de su percepción personal sobre todo lo que ocurre a su alrededor. A sus 21 años habla de sí misma como si fuese una cría, no le gusta su pelo, no le gusta su aspecto, no tiene experiencia en la vida, no tiene conversación, es demasiado tímida, viste muy mal... Si a una mujer así, demasiado joven, inmadura e impresionable, la meten en una mansión como Manderley, eje central de la vida social de la zona durante generaciones, y todo el mundo nada más verla suelta lo de ¡No te pareces nada a Rebecca!, con tono estupefacto, lo normal es que te obsesiones por saber cómo era la tal Rebecca y que te pongas a preguntar e indagar. ¿Qué descubre? Pues que si no quería taza, se va a atragantar con dos. Rebecca era la mujer más hermosa que jamás se hubiese visto, alta, delgada, elegante, fascinante, simpática, inteligente, afectuosa, amada por todos, deseada por todos, el centro de las miradas allá donde iba... ¿cómo no se va a poner nuestra prota a la defensiva? No tiene armas con las que luchar (y si las tiene no sabe usarlas), le gustaría ser mayor y tener más mundo, y encima no se siente segura del amor de Maxim y está convencida de que la compara continuamente con Rebecca... La protagonista nace con la piedra atada a los pies desde el principio, la autora hace toda una declaración de intenciones titulando al libro con el nombre de su rival y negándole a ella su propio nombre, y su misión durante todo la novela es encontrar el modo de sobreponerse a un entorno que le intimida para encontrarse a sí misma y sacar tarde o temprano a la señora de Winter que debe ser, da igual si la lleva dentro innata o no. Rollo macabeo 3. Pegas de otros lectores al libro (que no son en absoluto las mías) al hilo de la protagonista. Una de las cosas que creo que menos gusta a muchos lectores de este libro es precisamente la protagonista principal. No la soportan, les parece tan tontorrona y tan acomplejada que no conectan con ella, y yo me pregunto: si la protagonista no fuera así, ¿tendríamos historia? ¿De qué serviría que tuviese una fuerte personalidad y una gran confianza en sí misma para el propósito de la narración? Si nuestra aquella-que-no-tiene-nombre fuera diferente, llegaría a la casa y se comería a la Danvers, a los criados y a todo el que se le pusiera por delante con papas, que para eso es la nueva señora de Winter... pero es que entonces Rebecca como novela no tendría razón de ser. Necesitamos a una protagonista insegura que dude de sí misma y se hunda bajo el peso del fantasma y el recuerdo de su antecesora en el puesto. Necesitamos a una protagonista tan atemorizada de meter la pata en su nueva posición social que tenga hasta miedo de hablar con los criados. Necesitamos a una protagonista tan inmadura que rompa una figura y esconda los pedazos en un cajón como si fuera una cría pequeña para que no se entere nadie. Estamos dentro de su cabeza toda la narración, sabemos que es solo una muchacha que iba para dama de compañía y de repente se encuentra ejerciendo de señora de una mansión cuando sigue usando sus bragas remendadas y no sabe ni peinarse con algo de gracia, teniendo que lidiar encima con el recuerdo de una mujer pluscuamperfecta que no tiene la más mínima intención de esfumarse. ¿Resulta exasperante a veces! ¡Sí! ¿Es la intención? ¡También! ¡Dadle un respiro! Tiene mucha novela por delante para demostrarle al lector si es capaz de madurar, crecer y superar tanto complejo y tanto miedo.Rollo macabeo 4. ¿Por qué hay que leer más a Daphne du Maurier? O, cambiando la pregunta, ¿por qué no se lee más a Daphne du Maurier? Esta autora ha tenido que cargar durante mucho tiempo con el sambenito de escritora de segunda por el mero hecho de dedicar la mayor parte de su obra a los géneros de misterio y suspense. Desde hace algunos años esto ha cambiado, muchas mujeres son hoy en día un referente en este mercado literario, pero du Maurier sigue sin poder escapar del todo de esa burbuja de infravaloración en la que ha estado metida mucho tiempo. Aun así desde hace unos años se está apostando por la recuperación de su obra en castellano, algo que sus lectores entusiastas no podemos más que agradecer de corazón. Que pase de ser una autora subestimada a una valorada y apreciada en su justa medida depende en su mayor parte de la posibilidad de acercarse a su obra, y eso es algo que hay que agradecer a editoriales como Alba. ¿Y qué podrán encontrarse los lectores en esos libros? Una prosa elegante, sugestiva, atmosférica, sutil y lúcida; una inteligencia aguda a la hora de crear personajes, meterse en sus cabezas y hacerles pivotar de manera precisa en sus tramas; una capacidad extraordinaria para enlazar escenas, detalles, insinuaciones, diálogos... que funcionan como un reloj a la hora de dar sentido a los giros de trama sin que jamás se la pueda acusar de sacarse nada de la manga; y una dedicación absoluta a las ambientaciones de sus novelas, a sabiendas de que su éxito dependía de su singularidad y magnificencia a la hora de coger al lector de la mano y llevarlo hasta el mismo corazón de la historia.Fin de los rollos macabeos. Diréis que estoy hablando mucho sin contar realmente nada, ¿no? Bien, es la intención, así que antes de que me vaya de la lengua sin darme cuenta, voy finiquitando. Os lo comentaba al principio, son ya cuatro veces con esta las que he leído el libro, he visto otras tantas adaptaciones diferentes, y lo sigo disfrutando igual. Me sigue pareciendo una joya, lo releeré cuantas veces más se tercien, seguirán fascinándome las mismas escenas y seguiré defendiendo la novela porque mi adoración por ella es totalmente genuina. No he tenido tiempo de revisionar la peli de Hitchcock, si no también la hubiese metido y os esperarían otros cuantos párrafos más (grandísima adaptación, por cierto, aunque tiene una diferencia importante y muy concreta con respecto al libro). Enlace: http://inquilinasnetherfield..
Novela leída en el grupo Libro de cine del Club literario Atreyu, donde cada mes leemos un libro, vemos su película y comentamos ambas.La novela me ha encantado. al principio me pareció lenta con tanta descripción, pero era una lentitud agradable, como cuando bailamos una balada agarrados a nuestra pareja y estamos a gustito. Cuando ya me había acostumbrado a ese ritmo pausado, a mitad de libro comienzan a pasar cosas? y me sorprende? y siguen pasando cosas? y me vuelve a sorprender? y llega el final? ¡El final!... y siento que he leído una gran historia. He disfrutado más con la segunda parte del libro, pero es complicado llegar a ese clímax tan intenso sin los prolegómenos iniciales.La narrativa de la autora es excepcional y me parece impresionante que las dos grandes protagonistas de la novela no tengan ninguna línea de diálogo: Rebeca (o más bien su recuerdo) y Manderley, una palabra que sentí que pesaba como si estuviera tallada en piedra. Manderley. M A N dE R lE Y.
Esta es la historia de una joven que se casa con el dueño de una mansión que aún parece conservar los recuerdos y la esencia de la primera mujer de este hombre, la famosa Rebeca de Winter.En esta novela, el peso de la trama recae sin duda no solo sobre la figura ya ausente de Rebeca, sino sobre la propia mansión Manderley. Es increíble la ambientación que logra la autora, consigue que el lector perciba con detalle cada uno de los rincones y elementos que conforman el entorno, hasta tal punto que una parece estar dentro de ese lugar. A su vez, los personajes están muy bien construidos, si bien es cierto que es difícil empatizar con algunos de ellos; pero no por falta de detalles sino al contrario, precisamente porque sus actitudes y personalidades están tan bien dibujadas que pueden provocar rechazo o inquietud.Me ha parecido una novela excelente con una notable calidad literaria. Eso sí, me han chirriado algunos episodios referidos a la relación entre el matrimonio por la concepción que tienen ambos sobre la figura de hombre y mujer y la dependencia tan perniciosa que muestra la joven hacia su marido. En este sentido precisamente, no he podido empatizar con ella porque me sacaba de mis casillas con algunos de sus razonamientos y comentarios, ya que la obra está narrada en primera persona por ella.En definitiva, una lectura que recomiendo sin lugar a dudas por su excelente atmósfera, sus peculiares personajes y la exquisita composición que se hace del escenario donde principalmente transcurre, un lugar con el que sin duda tras esta lectura podré también afirmar:Anoche soñé que volvía a Manderley
☆ Rebecca es mucho más que una novela de suspense, intrigas y romance gótico; Rebecca es una obsesión de su escritora, Daphne du Maurier, que oculta entre sus páginas esos miedos y vergüenza que le persiguió durante su vida. ☆Una joven dama de compañía, simple sirvienta, que veranea en Montecarlo, se enamora de un viudo rico, mayor que ella y acaban casándose. Ambos regresan a la mansión que Maxim de Winter compartía con su primera mujer, Rebecca. ☆Daphne du Maurier parece esconderse trás la narradora y protagonista del libro. La joven a la que du Maurier roba su identidad, pues no es nombrada en la novela, solo como la nueva señora de Winters. de esta forma no la hace única y la anula ante su marido. La relación del matrimonio fluye entre la reprobación que Maxim de Winter ejerce hacia su nueva mujer, a la que trata con demasiado paternalismo y menosprecio, y la aceptación de la joven, que se disculpa constantemente y que solo desea recibir una caricia. Los celos y la relación amor-odio que Daphne du Maurier mantuvo con su padre, se entrevé en las escenas protagonizadas por el matrimonio de Winter. ☆La autora consigue acercarnos a unos personajes a los que dota de suficiente complejidad y que no permanecen estáticos a lo largo de la trama. 𝑨𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆 𝒔𝒐ñé 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒐𝒍𝒗í𝒂 𝒂 𝑴𝒂𝒏𝒅𝒆𝒓𝒍𝒆𝒚. 𝑴𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒋𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒓𝒒𝒖𝒆, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒅𝒖𝒓𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒎𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒅í𝒂 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒓 Manderley siempre presente, la mansión inaccesible, fría, oculta, es un personaje más, casi protagonista indiscutible en la novela, donde se desarrolla parte de la trama, lenta y ampliamente descriptiva. Una novela narrada sin caer en la sensiblería romántica y en los tópicos de las novelas de misterio, que evoluciona hacía un final sorprendente.
Je reviens... Durante la estancia en un hotel de Montecarlo, como señorita de compañía de una señora norteamericana, una joven dulce e inexperta conoce a Maxim de Winter, un hombre apuesto y rico, aunque veinte años mayor que ella, que sin embargo, logra ganarse su corazón. De forma algo precipitada, la pareja se casa y se traslada a Manderley, la mansión de la familia de Winter. No obstante, lo que al principio parecía el comienzo de una vida de ensueño, se vuelve hostil y amenazador cuando nuestra protagonista comprende que, hasta detrás del más ínfimo detalle está Rebecca (anterior esposa de Maxim), que siempre parece regresar de entre los muertos para vencer la partida.Porque, en cierto modo, ella es el eje alrededor del cual todo gira en esta historia. de nuestra protagonista, sin embargo, no conocemos el nombre en ningún momento. Pero es su voz la que nos lleva de Montecarlo a Manderley. Conocemos sus pensamientos, sus sentimientos. Lo sabemos prácticamente todo de ella.Todo, excepto algo tan necesario para construir la propia identidad como su nombre. La sofocante presencia de la difunta Rebecca hace mella en la pareja y empiezan a aparecer tensiones, debido sobretodo a que nuestra joven protagonista se siente continuamente comparada y relegada por la fantástica Rebecca. En ello influye especialmente la señora Danvers, el ama de llaves, que idolatraba a Rebecca hasta extremos espeluznantes y considera a nuestra narradora un pobre reflejo de ella. Así que, le hace la vida imposible. Es oscura, retorcida y calculadora. Y hasta aquí puedo leer sin hacer spoilers. Lo mejor, la forma en la que está narrada, manteniendo la tensión en todo momento. Hace que pienses que algo gordo va a pasar a cada vuelta de página. Y la señora Danvers, el ama de llaves, tan espeluznante, hace que sientas un escalofrío por la espalda al ponerte en la piel de la protagonista.Lo peor, lo sumamente frágil que es la protagonista. Vale que al principio es una chiquilla joven e inexperta, pero hay ocasiones en que dan ganas de que se espabile.