Sinopsis

Según su etimología, una pandemia es una enfermedad infecciosa que afecta a todos, mientras que una epidemia tendría un área geográficamente limitada. Podríamos decir que nuestros instrumentos de gobierno están diseñados para gestionar epidemias y no pandemias, en tanto que son instituciones locales y no globales. De ahí la primera sensació de impotencia frente a un fenómeno que exige una mayor integració política de la humanidad, en la línea de fortalecer las instituciones transnacionales o la gobernanza global y, en general, una transició hacia formas de inteligencia cooperativa, claramente insuficientes en el mundo en el que vivimos. La definició de democracia apunta a que todos los afectados por una decisió deben poder participar en ella, a que debe coincidir la comunidad de los afectados con la de quienes deciden. En este sentido, la crisis del coronavirus sería un acontecimiento pandemocrático, como todos los riesgos globales. Se da la paradoja de que un riesgo que nos iguala a todos revela al mismo tiempo lo desiguales que somos, provoca otras desigualdades y pone a prueba nuestras democracias. De todo ello se habla en este libro, una reflexió filosófica de urgencia realizada en un momento excepcional de nuestra historia.