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Alicia fue encontrada cuando era aún una niña en una balsa a la deriva, 25 años después, se gana la vida descifrando documentos antiguos. Su vida y todo lo que ella daba por sentado se tambaleará el día en que le llega una propuesta de trabajo: descifrar un manuscrito encontrado en una tumba indígena escrito por una mujer en el siglo XVI.Por otra parte, cinco siglos antes, Juana, una niña española, viajará con su padre a La Habana huyendo de su patria acusado de hechicería. Lo que la niña Juana no sabe es lo importante que llegará a ser para los indígenas del lugar. Si tuviera que encasillar Los hijos de la Diosa Huracán en un solo género, no podría. Daína Chaviano ha escrito una ficción histórica, muy bien documentada, aunque también nos encontramos un thriller, una historia de amor y hasta una aventura épica.Los hijos de la Diosa Huracán se mueve entre dos líneas temporales. Por una parte, en la actualidad conocemos a Alicia Solomón, experta en descifrar códigos y manuscritos antiguos. Cuando era niña, la abandonaron y fue encontrada en una balsa a la deriva, antes de eso no recuerda nada. Su vida da un vuelco cuando le ofrecen descifrar un manuscrito del siglo XVI.Por otra parte, nos trasladamos al año 1503 y conocemos a Juana y a su padre. Viven en España, pero se ven obligados a huir del país y el destino los lleva hasta Cuba, antes llamada La Española.Las dos historias, pasado y presente, están perfectamente bien hiladas. Alicia, mediante el manuscrito va conociendo la historia de Juana. Me ha gustado mucho la historia de ésta última. Daína Chaviano nos describe con detalles cómo era la vida en aquella época y esto hace que resulte fácil trasportarse al siglo XVI. Yo, personalmente no sabía de la historia de Cuba y sus indígenas, los taínos. Una tribu llena de misticismo y Dioses.Daína Chaviano ha construido unos personajes muy bien perfilados, sobre todo los femeninos, Alicia y Juana. Dos mujeres luchadoras y valientes. Leer la historia de Juana ha sido increíble, este personaje llega a ser el eje sobre el cual se mueve toda la historia. Su relación con los taínos me ha encantado, la autora le ha dado un toque de magia muy bonito.Pongámonos en contexto con la época, siglo XVI. La iglesia católica poseía la razón y la verdad, todo lo demás era herejía. Los taínos tenían sus Dioses a los que adorar y son perseguidos por la iglesia para que reúsen a sus Dioses o serán ajusticiados. Aquí Juana tendrá un papel muy importante.Y ya, en la época actual, viviremos un thriller de la mano de Alicia, hay una conspiración para que el manuscrito nunca salga a la luz.Durante toda la novela, las vidas de Alicia y de Juana van a estar unidas mediante un lazo invisible de cinco siglos.Referente a la documentación, está claro que la autora se ha documentado muy bien, se nota el amor que le tiene a su Cuba, ha tratado con total respeto la historia de sus indígenas y sus mitos.Me gustaría destacar la preciosa edición de Grijalbo, con tapa dura y sobrecubierta, en el interior podemos ver un mapa a color de las islas caribeñas de la época, hecho en 1763 por Giuseppe María Terreni.En resumen, Los hijos de la Diosa Huracán es una novela histórica de aventura épica, donde se ve lo mejor y lo peor del ser humano, además hay magia, amor y también un puntito de suspense. Todos los requisitos para disfrutar de una buena novela. Enlace: https://www.anikaentrelibros..

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Todos los acosados, los marginados, los perseguidos; todos los esclavizados, los tiranizados y los humillados por la fuerza, y sin libertad en esta isla, somos hijos de la Diosa Huracán.Un ambicioso y extenso, demasiado extenso a mí parecer, relato sobre Cuba.Estructurado en dos partes, una desarrollada en los primeros años de la conquista española y otra en un futuro próximo sacudido por las primeras elecciones democráticas en la Cuba poscastrista, con dos comunidades antagónicas en cada una de ellas y un hilo conductor común: la mitología taína con especial presencia de la triple diosa Atabey-Iguanaboína-Guabancex y la Hermandad: una sociedad secreta de ayuda mutua.Es una novela histórica y un thriller; como tal, presenta un body count desmesurado, con alguna muerte que me pareció gratuita, como para demostrar que a la autora no le tiembla el pulso. La parte histórica me agradó más, repleta de curiosas referencias a la elaboración artesanal de libros, a la fauna y flora e imaginarios de los taínos. La parte moderna me resulta mucho menos satisfactoria: además de molestarme la insistencia en que tengamos en cuenta cuán corrupto y peligroso ha sido el régimen político castrista (vale, Daína, te oímos), me pareció que el romance se formulaba con bastante desgana y que, en general, necesitaba una buena poda. La Madre Suprema era fuente de todo Bien y Mal, aunque no creo que percibieran tales conceptos como nosotros. Pienso que aceptaban los hechos y las posibilidades como alternativas para que el hombre aprendiera de ellas. Por eso la Diosa Madre era el origen de lo esperado y lo inesperado, de lo justo y lo injusto, del orden y el desorden. al ser humano le correspondía discernir y escoger su rumbo en medio de la confusión, como parte del ciclo vital. Ese estado de caos contenía simplemente disyuntivas múltiples de la existencia, algo que hoy tomaríamos como un aprendizaje espiritual.Los blancos eran criaturas raras. Siempre estaban queriendo persuadir a otros de que lo que pensaban o sentían no era cierto. Debían ser muy desgraciados. Lo había sospechado desde que los viera entregar cascabeles y sonajeros a cambio de recibir rocas. Un pueblo que daba más valor a las piedras que a la música tenía que ser un pueblo triste.