Solitario de amor de Cristina Peri Rossi
de
Cristina Peri Rossi
- Género:
Romántico
Sinopsis
Solitario de amor, la tercera novela de Cristina Peri Rossi, es el relato de una pasión amorosa y erótica, narrada desde la soledad que crea la imposibilidad de fusión-posesión con el cuerpo amado. El centro de esa pasión absoluta es Aida, el eje de toda la obra, no solo su persona, sino especialmente su cuerpo, sus gestos, sus olores, sus secreciones, sus vÃsceras, sus palabras. Cada capÃtulo es una instantánea de Aida, la poetización de la intensidad emocional padecida por el narrador casi anónimo («me siento un hombre sin pasado, sin rencores, sin heridas viejas: he nacido de Aida, soy el hijo virgen») desde el desamparo y la adoración sin lÃmites. El amante ha contraÃdo una adicción: el cuerpo de Aida, y necesita dosis cada vez mayores para sobrevivir. Por eso llega a decir: «El amor es una droga dura». El mundo exterior es hostil al amor: ha sido creado por el desamor. El estilo sutil, cargado de sensualidad de la autora, dibuja lenta y morosamente el cosmos y el paraÃso del amor, y el desierto y la soledad de su falta. Solitario de amor es una de las mejores novelas sobre la pasión que se han escrito en los últimos años.
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La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi  publica su novela Solitario de Amor en 1988. El tema es el amor, la relación de una pareja: AÃda y su amante, el narrador anónimo.  Ésta está narrada desde la perspectiva del hombre. La tesis principal de la novela es que, como lo indica el tÃtulo, el amor es solitario.EL protagonista gira alrededor de la idea de que el amor es absorbente, te hace solitario porque uno dedica todo su tiempo a la persona amada. Se resigna la vida social y la vida de pareja se convierte en todo su mundo reducido a una sola persona, la amada.La novela no tiene una localización definida, se habla de la ciudad, que podrÃa ser cualquier ciudad del mundo. Los enamorados parecen flotar, estar suspendidos en tiempo y espacio. Especialmente el hombre hace de sus encuentros su propio universo. Para él, el cuerpo de ella es todo, es su mundo. Abundan las comparaciones y metáforas  acerca del cuerpo y los cuerpos celestes.EL constante intercambio diario, sexual, amoroso, es fluido y armonioso. Se enfrentan en cuanto a sus opiniones. Otro punto de desencuentro es con respecto a las ex- parejas de AÃda. Uno que la abandonó, y el padre de su hijo de quien ella reconoce  deberÃa haberse separado mucho antes. Ella le recrimina que él los defiende sólo por ser hombres. Ante este malentendido él teme perderla.Al borde de la obsesión y la necesidad, ella se convierte para él en su casa, su madre, su mundo, su alimento, la razón de su vida y el aire que respira. Ella es su adicción. Casi de un modo parasitario él no concibe su vida sin ella. Ella tiene un hijo. Su amante envidia la relación de madre e hijo y el fuerte lazo que los une. Mientras que él ve que a su relación le falta esa unión fuerte e indestructible. Su pretendido amor no es más que egoÃsmo y ansias de posesión. Â