Cuando Kent Murdock salió de aquella fiesta en honor de los Spartans, un equipo de fútbol, no podÃa imaginar lo que le esperaba. En el asiento de atrás de su coche encontró el cadáver de uno de los asistentes a la reunión. ¿Qué hacer en tan comprometida situación? El instinto periodÃstico de Murdock ganó la partida: si el cadáver estaba en su coche, él debÃa ser quien encontrara al criminal.