—Es cierto que solo lo sé yo, Fred —decÃa Patrick resignado—, y Nat y ahora tú… Y te aseguro que no lo sabrá nadie más, excepto nosotros. A Nat no le dije que venÃa a verte. Realmente la conversación definitiva la tuvimos ayer. Nat comprendió.
Fred se contuvo para no romperle la cara, pero sà dijo con voz ronca:
—Y aceptó la situación, en la cual tú le haces responsable de lo que no es.
—Ya sabÃa que ibas a decirme eso, Fred. Tú siempre has sido algo Quijote.
—Y tú no has querido jamás a Nat lo suficiente.