Por otra parte, su suegro tenÃa dinero. No sabÃa cuánto, pero sà el suficiente para vivir en cualquier otro lugar, solo o en una residencia para ancianos, cara y elegante.
¿Por qué no?
TenÃa que madurar la idea.
Comoquiera que fuese llevaba tres años casada y siempre rumiando lo mismo.
En seguida de casarse le pesó el viejo.
Incluso necesitaba la habitación que ocupaba. Por cierto que siempre la tenÃa llena de libros y cachivaches. Le vendrÃa muy bien levantarlo todo y preparar la alcoba para cuarto de juegos del niño.
Puede que ella fuera egoÃsta, pero si se analizaba a fondo no era egoÃsmo, sino razón.