Luis Torre levantaba el dedo para pulsar el timbre, cuando se abrió la puerta inesperadamente. Claro que lo de inesperadamente era un decir, pues Luis sabÃa perfectamente que aquella se abrirÃa de un momento a otro, ya que al salir del ascensor oyó la voz de LucÃa y la de él con toda nitidez. No escuchó lo que decÃan. EntendÃa que no merecÃa la pena teniendo en cuenta que Tomás Santur no era ni medianamente original. Tampoco entendÃa cómo una chica como LucÃa podÃa amar a aquel hombre. PeroÂ… Hay amores que merecen palos y eso pensaba él de aquella pasión de LucÃa. Lo extraño era que siendo LucÃa una persona estupenda, tan personal, tan atractiva y tan inteligente, fuera a prendarse de un tipo escuchimizado, embustero, falso y traidor como aquel Tomás Santur que encima era casado.