De modo que Rocky, tras cerciorarse de que nadie iba a vigilarlo, se deslizó por la ancha despensa y se fue a colar al rincón más alejado.
Chica llamó. Puedes salir.
Algo asomó por entre dos sacos de harina.
La cosa aquella tenía forma de mujer, por supuesto Vestía totalmente de negro. Pantalones, suéter, cabello, ojos
Todo era negro, hasta los zapatos y algo, sus manos de haberlas metido en un bote lleno de carbón.
Señor
Me llamo Rocky dijo el cocinero, enternecido ¿Puedes decirme qué hacías en el bote salvavidas? Y me parece que sin comer miró en torno y vio el plato vacío No has dejado ni una miaja.
Tenía hambre.
¿Desde cuánto estás ahí?