—Hola, Mamel —saludaba Cary.
Mamel acentuó su sonrisa esta vez algo sarcástica.
—Por lo visto tenemos vuelo juntos otra vez.
—Eso parece…
Mamel saludó a Sol.
Era la novia de Pedro, su compañero.
Pedro era un buen chico y además pensaba casarse un dÃa. Él no entendÃa ciertas posturas de ciertas personas.
Casarse serÃa lo último que él hiciera.
Ni creÃa que el amor le sensibilizara jamás como para perder la cabeza y la libertad.