Nat Sánchez ya sabÃa lo que se le venÃa encima. Se lo estaba imaginando y lo que es peor, lo esperaba todos los dÃas. A la misma suegra se lo habÃa dicho uno de aquellos dÃas que pasó por Rosales a visitarla. Marcela, con ser una señora mayor, tenÃa más entendimiento que su hijo y, por otra parte, no se habÃa detenido en una época, sino que habÃa evolucionado con la vida. Claro que tratándose de Chus no era, precisamente, que se hubiese estacionado o no, sino que era asà porque quizás no pudiera remediarlo, pero si era «asû, ella no tenÃa culpa ni era responsable de su forma de ser machista, anacrónico o atávico. Fuera como fuese sabÃa que un dÃa cualquiera estallarÃa, porque no sabÃa aceptar las situaciones tal cual se planteaban y la vida las planteaba por sà solas, sin necesidad de empujarlas ni de contenerlas.