Ocurrió al regreso del veraneo.
Al principio, ella no se percató, mas, pasado algún tiempo, comprendió que algo se rompÃa entre ellos.
Gerard siempre fue un esposo amante. Un esposo maravilloso, sin duda alguna. No pasaba un aniversario, un santo, una fecha señalada, que no le hiciera un valioso regalo. Desde hacÃa un año, en cambio, Gerard parecÃa vivir muy lejos de ella. Se dirÃa que si acudÃa a casa a comer y a dormir, era por rutina.