—Dime, Joe. ¿Qué es el amor?
—¿El amor?
—Eso. Yo tengo a Van Connery diciéndome todos los dÃas que me ama. Yo no siento nada, ¿sabes? Supongo que el amor será algo distinto.
—Supongo que sÃ.
—¿No lo has sentido nunca?
Joe se mordió los labios. Apretó la pipa entre los dientes y, sin soltarla, dijo, abriendo apenas la boca:
—Nunca.
—Qué pena.
La miró rápidamente.
—¿Pena?
La joven se echó a reÃr, enseñando todo el rojo interior de su boca.
Joe tenÃa una mano en el bolsillo del pantalón y la apretó con fiereza.
—Pena de que no puedas explicarme qué se siente cuando se está enamorado —miró al frente, ensoñadora—. Joe..., me gustarÃa estar loca por un hombre.