—¿No te acuerdas de m�
Patty intentó hacer memoria.
Claro que, no se acordaba.
Desde los dieciséis a los veinte años, que eran los que tenÃa a la sazón, habÃa visto muchas caras masculinas, suponer que iba a recordar una era la mayor estupidez del mundo.
Se alzó de hombros.
—Fue en una discoteca —añadió Karl—. Yo suelo recordar a ciertas chicas.
—¿Qué pasa con eso de «ciertas»?
—¿Te ayudo a hacer memoria?
Patty no tenÃa deseo alguno de volver la vista atrás. ¡Puaff! ResultarÃa demasiado pesado.