—Tu verás. Me la saqué alguna noche en la capital y la llevé a un lugar muy animado. Es una chica de lo más apasionante. Aquà mucho cuento y cuando le desatan las alas vuela que es un primor.
Crist se levantó pensando que bien podÃa romperle la cara a Pedro. Pero él no era de los que se ponÃa en evidencia por nada ni por nadie. Al fin y al cabo el que le gustase Doris no indicaba ni mucho menos que fuese a romper sus relaciones con Pedro por el hecho de que la estuviese tirando verbalmente ante sus amigos.
Por otra parte, igual Pedro no mentÃa en aquella ocasión.
—¿Es que te marchas? —preguntaron los otros viéndole en pie.
Crist miró la hora.