KimÂ… ¿Te llamas asÃ? Casi no lo recuerdo. ¿Me recuerdas tú a mÃ? Me llamo Rod Dennek. Nos conocimos en Las VegasÂ… ¿Lo recuerdas ahora? Me voy a Boston uno de estos dÃas. No sé a ciencia cierta dónde vives, aunque en un papel que tengo en mi poder reseña la dirección de tus padres. No obstante, yo no te buscaré allÃ. No quiero comprometerteÂ… Te cito el domingo, a las cinco en punto, delante de una cafeterÃa junto a tu casa. Por si no te recuerdas de mÃ, te cito a encontrarme luciendo un clavel rojo en el ojal de mi americana gris. Soy moreno y tengo los ojos claros. Mido uno ochenta y tengo la satisfacción de ser tu marido. Estás casada conmigo. Hasta el domingo, pues. Rod Dennek.