No era mala persona tÃa Eulalia.
Pero se hacÃa estúpidamente indispensable en la vida de VÃctor. Bien que VÃctor la quisiera mucho y motivos tenÃa para quererla.
Huérfano desde muy niño, a la tÃa se lo debÃa todo.
Sin dinero, sin demasiados amigos, VÃctor sacó la carrera adelante gracias a la dama que hacÃa las veces de madre para él. Puso todo su dinero, y debÃa de tener bastante, a disposición del hijo de su hermano, y VÃctor a su lado creció como un señorito, como un estudiante despreocupado, como un hijo de familia amorosa.
Pero es que a la sazón VÃctor tenÃa esposa y, sin embargo, la tÃa continuaba dentro de la vida, las costumbres y los mÃnimos deseos de VÃctor como si aún estuviera soltero.