Doris se quedó sola fumando y pensando en la forma de ser de Diana. La conocÃa de tiempo y no sabÃa nada concreto de ella. Es decir, sÃ, sabÃa que era azafata, que tenÃa un pequeñÃsimo apartamento en Londres, que procedÃa de España, que era española pero colocada en una compañÃa de aviones civiles londinenses, que salÃa con Simón y que no tenÃa ninguna intención de casarse y que el sexo para ella era algo secundario porque nunca se enamoró de verdad. Apreciaba, podÃa profesar un cierto afecto, pero de ahà estaba rotundamente empeñada en no cruzar la frontera de lo que ella llamaba sufrimiento, y según opinaba, el amor, el sentimiento profundo era sufrimiento.