—¿Se lo ha vuelto a decir, Tom? —preguntó Marie intrigada.
—¿Que la amo? Claro que no.
—Ah.
—No se lo voy a estar diciendo todos los dÃas.
—Pero algún dÃa sà lo habrá hecho.
—Montones… —Eso es lo peor.
—¿Lo... peor?
—A Nina hay que dejarla. Cuando nos anunció que se iba, no nos preguntó si podÃa irse. Se fue. Nina no es fácil. Nina es como es y hay que tomarla como la vemos. De todos modos, tal vez si tiene usted un poco de paciencia... —¿Más?