Esta novela fue galardonada con la Beca de Creación en Novela, Alcaldía de Medellín, 2009. Antonio no puede dormir. Para lograrlo cuenta ovejas que saltan, pero la 101 se rehusa a hacerlo y, como un alter ego, permanece en la vigilia depresiva de Antonio. 101 va a ser una compañera que le servirá como muleta, como una parte de su personalidad que le hace contrapeso a sus deseos de muerte pero también corrobora su bipolaridad.