Algunos periódicos dieron más tarde la noticia, aunque en caracteres no demasiado destacados. En realidad, el fallecimiento de John Parr pasó prácticamente desapercibido, salvo para los familiares más allegados, algunos amigos y los inevitables curiosos que no dejan de leer nunca en el periódico las noticias y las esquelas de defunción.
John Parr fue enterrado en el panteón familiar, un mausoleo de pretencioso estilo, con puerta de reja y paredes de granito. Dado que hacÃa muchÃsimos años no se efectuaba ninguna inhumación en aquel lugar, el féretro que contenÃa los restos mortales de Parr fue situado en el túmulo central, una sepultura de forma rectangular, que sobresalÃa medio metro del suelo del panteón. Naturalmente, la sepultura se hundÃa cosa de otro medio metro en el suelo. O quizá un poco más.