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La flor púrpura de Chimamanda Ngozi Adichie

de Chimamanda Ngozi Adichie - Género: Ficcion
libro gratis La flor púrpura

Sinopsis

La joven Kambili, de quince años, y su hermano mayor Jaja llevan una vida privilegiada en la ciudad de Enugu. Viven en una hermosa casa y frecuentan un elitista colegio religioso, pero su vida familiar dista mucho de ser armoniosa. Su padre, un poderoso y respetado hombre de negocios, es un fanático católico que alienta expectativas de cariño imposibles de cumplir. Cuando los jóvenes visitan durante unos días a la cariñosa y atrevida tía Ifeoma en su humilde apartamento, descubren un mundo totalmente nuevo: el rico olor a curry que inunda el lugar, las continuas risas de sus primos, las flores exuberantes, la calidez, el respeto a las ideas, la libertad, el amor y la ausencia de castigos. Al regresar a su hogar, transformados por la libertad conquistada, la tensión familiar crece de forma alarmante.


Luego de terminar de leer esta historia es increíble pensar que La flor púrpura fue la novela debut de Chimamanda Ngozi Adichie. La flor púrpura se centra en la vida de Kambili, una adolescente de 15 años que vive una vida económicamente privilegiada con su hermano Jaja, su madre, y su padre, una persona totalmente conservadora y extremadamente religiosa. Pero algo sucede durante las pascuas que hace que Jaja, se rebele contra su padre y cambie las vidas de toda la familia para siempre.La novela se divide en tres partes: en la primera parte podemos observar cómo Jaja se rebela contra las órdenes de su padre, en la segunda vemos qué fue lo que sucedió durante los días previos a este incidente para que Jaja actúe de esa manera, y luego vemos los efectos de dicha rebeldía, en los días posteriores a ese evento. Durante toda la novela seguimos el punto de vista de Kambili, y desde su perspectiva podemos ver y sentir la vida opresiva que siempre ha vivido. Siguiendo las órdenes de su padre sumamente controlador, vemos como la familia siempre ha sido sumisa y obediente a la figura patriarcal de la familia y cómo luego de una visita de su tía y sus primos, se ve claramente el contraste con la vida totalmente liberal y despreocupada que estos llevan. Kambili y Jaja se empiezan a cuestionar si la forma en que siempre han vivido y han sido sometidos a todo tipo de control por parte de su padre no es normal, ni la única forma de vivir.Entre los temas que se pueden encontrar en esta novela creo que uno de los más importantes son los efectos que deja el colonialismo en una sociedad. En este libro podemos ver las consecuencias que dejó el colonialismo británico, que a través de sus misionarios buscaban convertir a todos los nigerianos al cristianismo practicado por los británicos, considerando la religión en Nigeria como pagana y errónea. Esto se puede ver representado en el padre de Kambili, quien es una persona sumamente fanática del cristianismo, a tal punto de cortar todo lazo con su propio padre quien nunca renunció a sus dioses y considerarlo como pagano y hereje. El odio que siente por todo aquel que no sigue la religión que dejó el colonialismo en Nigeria, su desagrado por aquellos que se negaron a aceptar el cristianismo, su rechazo incluso por el idioma igbo hablado en Nigeria en vez del inglés, hasta la decoración de su casa similar a las de occidente y la forma en que indcotrina a sus propios hijos sobre el comportamiento del hombre blanco como aspiración son ejemplos de cómo el padre de Kambili es la personificación de las consecuencias que suele dejar el colonialismo.También es fácil establecer una similitud entre Eugene, el padre de Kambili, y la situación social en la que se encuentra Nigeria durante el transcurso del libro. Orientado en los años 90, en Nigeria los militares toman el mando del país, es decir tras la instauración de un golpe de estado y una subsiguiente dictadura. La falta de libertad, la opresión y la violencia de la dictadura es similar a la que ejerce Eugene para con su familia. La violencia doméstica hacia sus hijos y su esposa domina el libro, con escenas que son hasta difíciles de leer de lo brutales que son, y también la forma en que Eugene controla absolutamente todo en las vidas de su familia, sacándoles así cualquier tipo de libertad o independencia, tal cual lo hace la dictadura con la libertad de expresión de los periódicos y manifestantes.Sin embargo, el símbolo más interesante desarrollado en el libro es el de la flor púrpura, que termina dándole el título al mismo libro. La flor púrpura, si bien no existe en la realidad, en esta historia sirve de símbolo de independencia y libertad para Jaja y Kambili, cuyas vidas se ven cambiadas completamente una vez que observan la forma en que sus primos y su tía viven. Jaja decide traer unos racimos de esta misma flor que conoció en la casa de su tía hacia su propio casa en un afán de plantarlas y que puedan crecer. Si nos enfocamos en el simbolismo de esto, creo que es interesante ver cómo esta flor en realidad representa el paso de la opresión que los chicos viven bajo el régimen de su padre, hacia el crecimiento que tienen al pasar esos días en casa de su tía junto con sus primos, y alcanzar por último la tan deseada y ansiada libertad; libertad de ser ellos mismos, de no tener sus vidas decididas y controladas por su padre, y de ser libres al fin de la violencia de su padre.En fin, creo que esta novela es una joya literaria que no deja tema por desarrollar a lo largo de lo que parecen ser tan solo días. En esta historia de una adolescente tratando de sobrevivir una vida familiar opresiva y un país sumido en un estallido social y político, al mismo tiempo que intenta encontrar su propia voz e identidad, Adichie logra incorporar temas tan universales como la violencia doméstica, las consecuencias del colonialismo en una sociedad, la religión y la búsqueda de la independencia y libertad de uno mismo. Es una lectura sumamente recomendable para todo aquel que desee abrir un poco su mente a experiencias de un país foráneo, pero que terminan siendo tan universales como identificadoras.
Chimamanda es una gran escritora, y gracias a ella podemos conocer un poco más a Nigeria y sus gentes. Este libro trata de la violencia de género, de una manera muy marcada, y puede hacer que el lector derrame alguna lágrima, de tristeza, pero también de impotencia. ¿Cómo es posible que las mujeres sometidas por sus maridos no digan basta? ¿Por qué, pese a que son agredidas en continuas ocasiones, siguen al lado de sus maridos? Esta novela puede responder sutilmente a estas preguntas que todos nos hemos hecho en más de una ocasión. Realmente el no haber vivido esta clase de relación nos aparta de la comprensión de estos temas, pero el sometimiento de una persona hacia otra es total y no parcial, por lo que no sólo se controla físicamente a su pareja, sino también psicológicamente.Lo que más llama la atención es el cambio que sufren los niños al ser alejados de su familia, para pasar unos días con su tía y sus primos. Jaja no cambia tanto, pues es más mayor y se daba ya cuenta en su propiacasa de que la situación no podía ser normal. La que cambia más es Kambili, la pequeña de la familia. Y es que ella nunca habia sonreído, al vivir siempre con miedo en su casa. Se da cuenta de que lo que ella ha vivido hasta entonces no es lógico, y poco a poco lo va aceptando.Este es un libro que hay que leer de principio a fin sabiendo que hay momentos tiernos, pero también muchos amargos. No obstante, merece la pena el tiempo dedicado a esta novela.
Construido, a partir de los hibiscos púrpura, un experimento que denota un intenso deseo de libertad, libertad para ser, libertad para hacer. En ambos sentidos, en la escritura de esta su primera novela y en la estructura de la misma. En el aspecto literario, experimenta con la construcción de una historia familiar, rodeada de cambios sociales, políticos religiosos, y personales de los personajes, Es en este último aspecto en que centra su narrativa, el cambio de la protagonista y narradora , Kambili, que atraviesa hacia la adolescencia, y se enfrenta a crisis familiares, con un padre fanático, de la religión cristiana, rígido y despótico, exitoso en los negocios y opuesto al régimen político, y que rechaza a su abuelo, tradicionalista que se niega a aceptar las ideas cristianas , aferrando las tradiciones de su etnia ( igbo, de la cual Chimamanda es miembro ) Una madre sumisa, un hermano que cuestiona, tras un corto periodo vacacional en casa de la tía universitaria de ambos, las costumbres paternas y se opone abiertamente a ellas, Un enamoramiento juvenil por un sacerdote. El encuentro con una sociedad diferente a lo por ella concebido entre las paredes de su reducto familiar nuclear, lo grato y penoso de interactuar con la familia de la hermana de su padre . Y todo ello enmarcado en la crisis política, social, económica de el dictatorial régimen en el poder que practica abiertamente la represión, Lo hace en un lenguaje claro, pero enmarcado en cierto romanticismo plasmado en las ideas, diálogos, descripciones que soslayan lo terrible de la discriminación fanatizada contra todo lo que resulta en diferencias, religión, política, sexismo, educación, y sin embargo están permanentemente presentes en la narrativa, mostrando y demostrando que los cambios son posibles, reales, pero siempre irán acompañados de grandes pérdidas y una importante dosis de dolor, y por supuesto aceptación del mismo.. En el aspecto estructural, el manejo de los tiempos, donde el presente parece dar paso al futuro y al pasado, fundiéndose en una sola linea que no parece tener límites, más que un tiempo circular, discurre en Zig Zag, de manera aleatoriamente quebrada, Una novela que anuncia y denuncia al fanatismo como uno de los más grandes escollos para el progreso y la salud de los pueblos y la sociedad desde su reducto primordial que es la familia Adichie, para mi una gran revelación, su literatura una muy grata sorpresa. Parafraseándola, todos deberíamos ser feministas yo digo, todos deberíamos ser mas tolerantes,... en todos sentidos,
La joven Kambili, de quince años, y su hermano mayor Jaja llevan una vida privilegiada en la ciudad de Enugu. Viven en una hermosa casa y frecuentan un elitista colegio religioso, pero su vida familiar dista de ser armoniosa. Su padre, un poderoso y respetado hombre de negocios, es un fanático católico que alienta expectativas de cariño imposibles de cumplir. Cuando los jóvenes visitan durante unos días a la cariñosa tía Ifeoma en su humilde apartamento, descubren un mundo totalmente nuevo: el rico olor a curry que inunda el lugar, las continuas risas de sus primos, las flores exuberantes, el respeto a las ideas, la libertad, el amor y la ausencia de castigos. al regresar a su hogar, transformados por la libertad, la tensión familiar crece de forma alarmante.La narración de esta historia es muy amena y entretenida, de capítulos largos sí, pero con interrupciones que facilitan el avanzar. La prosa que acompaña la vida de Kambili ayuda a ponerte en la piel de la protagonista, con grandes descripciones de lo que acontece y de sus pensamientos. El dolor que transmiten las palabras de la joven mientras cuenta su vida traspasan las páginas, he llegado casi a apartar la mirada y pausar la lectura debido a la dureza de algunas situaciones.Esta lectura es dura, como ya he mencionado, pero es muy interesante descubrir la vida en un país y ambiente tan distante como Nigeria. Las diferencias culturales pueden dificultar de vez en cuando el entender de lo que hablan (sobre todo al referirse a comidas, tema recurrente en el libro), pero en general me ha parecido muy enriquecedor el conocer cosas nuevas y el ser capaz de comprender un pensamiento tan diferente. La flor púrpura es un libro muy entretenido, interesante y necesario. Es un libro que te enseña sobre culturas dispares, pero que también te muestra la evolución de un pensamiento tradicional a la revolución que sufre Kambili a lo largo de las páginas de la obra. Un cambio necesario que se encontrará muchos obstáculos por el camino, pero que enseñará muchas lecciones al lector.Irbis.
Este libro nos cuenta la historia de una familia nigeriana muy privilegiada a través de los ojos de Kambili, la hija menor del matrimonio. Es una de esas historias que carecen de un argumento propiamente dicho porque lo que más importa de esta historia es el desarrollo de los personajes y el contexto en el que se lleva a cabo. Nos cuenta la dinámica y rutina de una familia que tiene a la cabeza a un fanático religioso: las exigencias y ritos obligatorios, los castigos que les impone si lo desobedecían, el excesivo autoritarismo y la sumisión de su esposa. Un día esta rutina se ve interrumpida cuando Kambili y Jaja, su hermano menor, se van a pasar unos días a la casa de su tía y sus primos y experimentan la libertad. Cuando regresan a su casa, ya nada vuelve a ser igual. La autora se toma el trabajo de mostrarnos de manera sencilla y paulatina la cultura nigeriana, explicando sus comidas, las diferentes costumbres, sus fiestas, su dialecto y su contexto politico, que tiene mucha relevancia en partes de la historia. Es una historia con desarrollo demasiado lento pero con prosa sencilla, que lo hace muy ligero y entretenido. La construcción de las escenas tensas están muy bien logradas, algunas se tornaban difíciles de leer por la naturalidad con la que estos chicos se tomaban las atrocidades que cometía su padre. Se lee rápido y te deja pensando bastante, esa sensación que te queda cuando sos testigos de realidades que no conoces. Lo recomiendo.