"Aquella rabia me gustó y le dije que en tal caso no se habría casado con Clelia. Doro dijo riendo que aquélla era la única cosa en la que no se había equivocado. Clelia sí que era una hermosa vocación. Pero, dijo, no eran aquellos cuadros tontos que pintaba a ratos perdidos lo que le daba rabia, sino el haber perdido el entusiasmo y las ganas de hablar conmigo de tantas cosas, eso sí."Libro que retrata la estancia veraniega, en una playa-balneario, de un grupo de amigos, cada uno con preocupaciones existenciales sobre el amor y la amistad, sentimientos tratados de manera muy sutil y sugerente bajo una apariencia convencional, y donde también hay lugar para la nostalgia de otros lugares y la remembranza de tiempos pasados, antes de seguir el destino trazado por la vida.La relación del protagonista central, sin nombre, con la pareja de Doro y Clelia, revela planteamientos que exploran inquietudes acerca de la convivencia y el ideal de matrimonio, reflejadas en ciertas preguntas del protagonista hacia ambos y la aparente "ausencia de crisis de pareja" que le deja pensativo, sobre todo en la actitud de su amigo Doro, con quien compartió camaradería en la juventud y a quien trata de entender en su "nueva vida" al lado de una mujer. El transcurrir anecdótico en la playa incluye a otros personajes como Guido y Berti, quienes también van conociendo el mundo de la sexualidad "a su manera", fascinados con la propia Clelia (centro de atención de todos), con Ginetta y Nina, mientras disertan sobre la vida, el trabajo y las diversiones.Otros relatos complementan la obra: "El mar," "La ciudad", "La chaqueta de cuero", "Primer amor" e "Historia íntima", que reflejan vivencias y sentimientos variados, con la mujer como enfoque central de "conflicto" sobre el que giran las inquietudes del escritor. Una de las buenas obras de este, un tanto incomprendido, autor italiano.

Autor del comentario: TITUMARCO
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El reencuentro de dos amigos de toda la vida, que llevan años distanciados desde que uno de ellos se casó, les lleva a compartir unas vacaciones en compañía de la esposa y los amigos de este. Sus actos denotan una vocación de pintor frustrado, ansias de libertad y ciertos silencios en su relación conyugal, todo ello percibido por un protagonista taciturno y anónimo, atento a lo que se mueve a su alrededor en un ambiente relajado, de baños de sol y de mar, paseos por la playa, excursiones, bailes… Nada especialmente relevante parece suceder, más allá de una serie de encuentros tanto con la cautivadora y superficial Clelia como con los individuos que le rondan; el vividor y aparente triunfador, en realidad hastiado, el jovencito de dudosas intenciones que se abre a la vida y juega al juego adulto de unos burgueses indolentes… en un relato impresionista, luminoso y a la deriva, donde nada parece decirse de modo explícito y que termina bruscamente, sin que conozcamos motivos o razones, si es que alguna vez hubo tal cosa. Esta “playa” es un cuadro de gentes aisladas en su propia angustia interior, incomunicable; en una soledad, quizá, propiciada por una sensación de paso del tiempo que les entierra lentamente, por el peso de la vida misma, por todo y por nada.Los otros cinco relatos que contiene la edición insisten en un estilo y temas similares. En todos está la naturaleza, la voz que narra el final de la niñez, y muy en especial, la presencia de una figura masculina próxima que despierta admiración, así como de las mujeres que se interponen y frustran dicha amistad, cosa que ha llevado a entrever un dudoso componente homoerótico. El intento de fuga de un niño soñador (“El mar”), obsesionado con la idea del mar, compone un relato nocturno y rural, de novias y de incendios, donde las cosas parecen símbolos de algo que está aún por desvelarse; un hallazgo de la vida, de la vastedad del mundo, una frágil inocencia, una amistad puesta en cuestión. El contraste entre el campo y la ciudad, las diferencias de mentalidad de sus habitantes, se ve en “La ciudad”, con los primeros escarceos con la vida estudiantil, cierta embriaguez y conformismo que arrastran a un olvido y desprecio de este entorno urbano lleno aún así de libertad y posibilidades. En cambio, “La chaqueta de cuero” es un cuento fluvial, con la presencia del embarcadero junto al río Po y de ese objeto simbólico de autoridad. En esta historia de culpas secretas y amistad interrumpida, la fidelidad, la muerte y el crimen marcan la diferencia.En “Primer amor” aparecen de nuevo la mirada ingenua, el amigo un tanto perverso, un sentimiento de desengaño, esta vez debidos al descubrimiento de la sexualidad y la traición. Pero es en “Historia íntima” donde se resume y se condensa una emoción mística y panteísta hacia una naturaleza salvaje, omnipresente, pero también imaginada, existente en la percepción y en el recuerdo de uno mismo. Trata de la figura paterna distante y del intento de entenderla, la distancia entre esas formas de entender el mundo apegadas a la tierra, o bien al comercio y la riqueza… de nuevo el mundo de Pavese se hace presente, pero con palabras muy medidas. Como intentando dar cuenta, más que de una sucesión de hechos externos, de una vivencia interior inexpresable que no puede ser entendida ni comunicada si uno mismo no la lleva dentro a su vez.

Autor del comentario: JACKNICHOLSON
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