Todo está cuidado en esta novela, desde los dos protagonistas principales hasta los secundarios, que aportan sentido al mundo de Lola y su nieto Sebastian. Aunque creo, que el verdadero eje está en la facilidad con la que se manejan en la cocina, en la que no solo preparan maravillosos platos, sino que además hacen que sus sentidos se transformen en sentimientos, y que estos lleguen hasta los comensales.Nadie dice "no" a un plato de comida, todos son bienvenidos a la mesa; los sentidos, los recuerdos y las historias, aparecen con cada nueva receta, haciendo que las preocupaciones de cada uno se olviden, incluso se solucionen, gracias al clima que respiran entre todos.Y Sebastian, el más pequeño, es a la vez el más sensato, el que logra que cada una de sus decisiones y cada una de sus palabras, sean digeridas por los mayores, haciéndoles ver que a grandes problemas, soluciones sencillas y, que no hay nada que no se solucione hablando, cediendo y disfrutando de una buena mesa en familia (en el sentido más amplio de la palabra).Otra parte de la novela que me parece muy acertada, es el recetario final, en el que se reproduce, junto con el diálogo o narración en el que se hablaba de la receta, la receta misma con sus ingredientes y el modo de elaboración; dan ganas en muchos de los capítulos, dejar la lectura, abrir el recetario y ponerse a cocinar.Recomiendo esta lectura de sueños cumplidos.

Autor del comentario: PORLOMENIX
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Sólo con leer la sinopsis uno ya se prepara para encontrarse con una historia tierna que reblandece el corazón. Por un lado tenemos a un niño que por motivos de salud se ve obligado a contemplar la vida pasar bajo la sombra de un sauce. Por otro lado la lucha incansable de una abuela que intenta mantener a la familia unida. Con nexo de unión de todo esto, recetas y platos de origen puertorriqueño elaborados por nieto y abuela porque como nos rebela la escritora: "una comida preparada con amor no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma". Recomiendo la lectura de este libro por su ternura y su humanidad, sin ser una obra inolvidable.

Autor del comentario: MARISAGLEZ
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Historia tierna y agradable de leer. Sebastián busca ser un niño como los demás y superar sus limitaciones de salud. Se nos aparece a lo largo del libro como un angelito que con su abuela Lola serán los que unan a toda la familia, siempre ayudados por mágicas recetas que alimentan el cuerpo y el espíritu.

Autor del comentario: LLUVERA
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Un libro rebosante de humanidad y ternura.Unas páginas que destilan amor y superación,todo ello aderezado con ricos platos de la cocina puertorriqueña.

Autor del comentario: ANABEL48
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Libro emotivo y agradable de leer. Tal vez lo más creíble sean los personajes adultos, especialmente los padres del protagonista.Tengo que decir que lo encuentro un poco infantil, destinado tal vez a un público más juvenil, aunque no por ello no pueda ser leído por adultos.Entretenido pero también fácilmente olvidable.

Autor del comentario: ANEROL1977
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Una emotiva y aleccionadora historia protagonizada por una abuela anciana y su nieto. La sabiduría heredada y acumulada a lo largo de toda una vida de la primera y el deseo de vivir con plenitud del segundo consiguen recomponer una familia aquejada por todos los males modernos de la sociedad, cada vez más alejada de los valores que realmente importan.

Autor del comentario: BATAMAR
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Enternecedor relato que trata sobre la importancia de la comida como nexo de unión de la familia, La abuela Lola, llega al corazón con su ternura y al estómago con sus deliciosas recetas que, como bien dice ella, alimentan el cuerpo y nutre el alma.La autora, Cecilia Samartin, totalmente desconocida para mi, ha demostrado su valía. Su estilo de escritura resulta correcto con una prosa pragmática y funcional, unas descripciones sencillas y unos personajes bastante conseguidos. De éstos últimos, son los protagonistas, Sebastian y Lola, los que mejor construidos están. El único punto negativo que le veo está en la estructura. En este libro Sebastian es el único narrador, lo que hace que, a veces, el libro te resulte un tanto infantil y aburrido de leer.Viendo la sinopsis ya intuyes que necesitarás sacar los pañuelos para leer esta historia. La abuela Lola, narra la vida de Sebastian, un niño que tiene un defecto cardíaco que le impide correr y jugar con los demás. Pero gracias a ello ha sido capaz de formar un fuerte vínculo con su abuela con la que come todos los días después del colegio. Un día, Sebastian descubre a su abuela en el suelo , lo que deriva en una estancia hospitalaria, tras la cual, Lola decide cambiar radicalmente su vida y volver a cocinar todos aquellos deliciosos platos de comida que hacía en Puerto Rico, su país natal. A través de historias pintorescas y muy interesantes, Lola y su nieto, nos muestran como cocinar es algo más que preparar alimentos; puede ser la magia que vuelva a unir a la familia, que conquiste el corazón de la persona amada o que te ayude a reconciliarte con tus miedos. Y es que, aunque la comida ocupa el lugar principal en la trama, la novela también habla de cuestiones importantes como la pérdida de un ser querido, la familia, el amor, el sufrimiento y, sobre todo, la esperanza. Y eso es lo te queda al final, cuando la terminas. Es decir, el desenlace es triste, pero no te deja una sensación amarga, más bien lo contrario. Y es que está hecho de tal forma que lo único que sientes son unas ganas de vivir y de seguir adelante enormes.Resumiendo, La abuela Lola, es un gran libro que emociona y enseña importantes lecciones. Y que recuerda a hogar, a reuniones con los tuyos y, sobre todo, a amor. Algo que nunca deberíamos olvidar con el estrés de la vida moderna.

Autor del comentario: REAH_29
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