Una maldición caerá sobre cualquiera que saque la lámpara de bronce de Egipto, según ha dicho un vidente. Lady Helen Loring piensa que tales cuentos son pura fantasÃa. Lleva la lámpara de regreso a Inglaterra, la coloca sobre la repisa de la chimenea en Serven Hall, y desaparece, tal como dijo el vidente.
• Otra traducción de esta obra.