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En El día del perro, Caroline Lamarche da voz a seis personajes diferentes que tienen un mismo nexo de unión: haber sido testigos de la carrera desesperada de un perro por la autopista. Es este hecho el que da pie a que cada personaje reflexione sobre su vida, sus sentimientos más íntimos y de qué repercusión tuvo este momento en sus vidas. Es así como, poco a poco, cada uno nos desvela su vida: un camionero que fue abandonado por sus padres y quien, en las largas horas que pasa conduciendo su camión, piensa en las vidas alternativas que podría estar viviendo, las redacta y las envía a diferentes revistas (sobre todo para mujeres) como ejercicio para sobrellevar su soledad; un sacerdote que nos confiesa la atracción que siente hacia una joven que conoció meses atrás y que desapareció de repente sin dejar rastro, dejándolo en una búsqueda obsesiva por encontrarla; una joven que se enfrenta a sus sentimientos y decide terminar la relación con su pareja; un chico que se siente perdido y no sabe qué camino seguir, por eso decide ir en bicicleta tan rápido como puede por la autopista; una mujer que acaba de perder a su marido y el lema que ahora rige su vida es no hay nada que hacer; y la hija de ésta, quien sufre un grave trastorno de alimentación provocado por la mala relación con su madre y las frustraciones y ansiedad que ello le acarrea. Es interesante cómo, a partir de un hecho aparentemente banal, Lamarche nos habla de temas tan devastadores como el abandono, la soledad, la pérdida y la tristeza. Es un libro que se lee con mucha facilidad y muy deprisa, pues apenas consta de cien páginas, y el juego de entrelazar las historias y los personajes a raíz de un hecho en particular lo hace intrigante, ameno y provoca curiosidad. Si bien es verdad que no he conectado con todos los personajes, o quizá en alguna ocasión me ha parecido un poco forzada la narración circular que ha querido darle a alguno de sus textos, en general lo he disfrutado mucho. Ha sabido plasmar y reflejar con exactitud temas que nos agitan y remueven por dentro, aunque nuestro exterior demuestre calma, y nuestra vida sea, en apariencia, normal.

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Hace unas semanas me llegó El día del perro de Caroline Lamarche a través de la iniciativa #MasaCrítica ¡Muchas gracias Babelio y Nórdica Libros! No conocía a la autora y me llamó mucho la atención la sinopsis, ya que es increíble como el ser humano puede interpretar un mismo hecho en base a sus vivencias personales y forma de ser. Y me aventuré a conocer sus seis personajes, diversos pero unidos por un hecho insólito: un perro en medio de la autopista. A partir de ese suceso, que apenas podríamos pensar que va a tener repercusión en los personajes, estos empiezan a reflexionar sobre su vida, lo que sirve de excusa para conocer su pasado e introducirnos en su mundo. Vamos a acompañar a un sacerdote en la búsqueda de una chica por la que se sentía atraído y a una joven que rompe con su pareja. A una viuda que acaba de enfrentarse al duelo y mantiene una mala relación con su hija que sufre trastornos de alimentación. Conoceremos también a un camionero que fue abandonado por sus padres y que combate su soledad fantaseando con otra vida y publicando sus ocurrencias en revistas y a un chico que no sabe que rumbo darle a su vida seguir. Todos se encuentran en la carretera, todos ven al perro y todos se enfrentan a sus monstruos internos: la soledad, la pérdida y la tristeza. El libro me parece muy interesante y condensa muchas ideas en pocas páginas, ya que apenas tiene 100, pero a la vez presenta lo esencial para crear una enredadera de historias, que se van entretejiendo y entrelazando y con las que podemos empatizar fácilmente, sea con unos u otros personajes, pues sus aflicciones, son también las nuestras. Un libro que merece la pena conocer.

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En El día del perro, Caroline Lamarche nos presenta a seis personajes que narran sus historias de vida a partir de un suceso común, la visión de un perro corriendo por la autopista. Este hecho hace que nuestros protagonistas rememoren acontecimientos importantes de su vida, y poco a poco iremos descubriendo sus pensamientos más íntimos.Un camionero que escribe a periódicos y revistas contando historias que imagina durante sus largos viajes en carretera; un sacerdote que entabla una amistad muy cercana con una misteriosa mujer; una chica que se enfrenta a sus sentimientos y decide romper su relación de pareja; un joven en paro que decide escapar con su bicicleta y dejar su vida atrás; una mujer que se siente fracasada como madre; y una hija incomprendida con un grave trastorno de la alimentación.En general me ha gustado mucho el concepto del libro y entiendo la idea que la autora quería transmitir, sin embargo, no he sido capaz de conectar ni con los personajes ni con la historia en sí misma. Es cierto que se tratan temas muy reales y variados, con los cuales resulta bastante fácil empatizar. También es verdad que son historias con mucho trasfondo y con un gran desarrollo de los personajes, algo que se produce en poquísimas páginas, con lo cual tiene un mérito enorme, pero tristemente no me ha transmitido ninguna emoción. Aun siendo un libro bastante corto (poco más de 100 páginas), he sentido que se me hacía difícil avanzar en la lectura, y es que las historias tienen una gran complejidad, y a medida que las iba leyendo sentía que la narración era algo desordenada, lo que puede llegar a abrumar. Aún así, me gustaría destacar cómo un mismo acontecimiento puede vivirse de una manera tan distinta según la persona y sus vivencias.Sin duda creo que esperaba mucho más de esta obra, sobretodo después de haber leído La memoria del aire, un libro que me fascinó y me dejó muy tocada. Enlace: https://www.instagram.com/p/..