Annie se sintió feliz cuando la familia Diamond la contrató para ser la niñera de la pequeña Jessica. Adoraba a su nueva pupila y, después de haberse pasado la vida de un hogar adoptivo a otro, por primera vez formaba parte de una familia. ¡Pero qué complicada resultaba su relación con Rufus Diamond!
Rufus era algo más que el jefe de Annie. TenÃa el poder de hacerla reÃr y llorar... ¡y querÃa hacer el amor con ella! Pero resultaba evidente que no pensaba volver a casarse: la maldición que perseguÃa a las mujeres Diamond parecÃa querer incluirla a ella. Annie tenÃa que sobreponerse y olvidar el amor que sentÃa por Rufus; después de todo, Jessica era lo más importante.