¿Está elhombre irremediablemente confinado en el lenguaje? ¿Por qué los anagramas conlos que Galileo enmascaraba sus hallazgos admitÃan una segunda interpretación,no prevista por el autor, que revelaba Importantes descubrimientos astronómicoscon tres siglos de antelación? ¿Llegó Borges a escribir Los naipes del tahúr? ¿Son sólotres las personas de la SantÃsima Trinidad? Estas y otras cuestiones se leplantean, desde la precisión, la claridad y la belleza literaria, al perplejoprotagonista (y al no menos perplejo lector) de Los jardines cifrados, al hilode una extraordinaria historia de amor y misterio cuya clave podrÃa ser unamelodÃa oculta en un cuadro de RubensÂ… Pero, si el arte es la respuesta, ¿cuáles la pregunta? A travésde un fascinante juego intelectual, Frabetti arrastra al lector hasta losconfines del estremecimiento, tema central de Los jardines cifrados. Eseestremecimiento que, en palabras de Goethe, «es la parte mejor del hombre,pues, por mucho que el mundo se haga familiar a sus sentidos, siempre percibirálo inmenso con profunda conmoción». De Los jardines cifrados la crÃtica ha dicho: «La lectura deeste libro hará que el lector reflexione sobre algunos interrogantes elementalesal mismo tiempo que pasa unos momentos agradables e intensos. Es como siasistiera a una clase magistral desde su propio lecho» (B. Pottecher, El Mundo). «Frabetti seduce allector por una de las vÃas menos transitadas de la literatura reciente: la delconocimiento, la de la inteligencia al servicio de la utillerÃa literaria» (C.
Santos, La Razón). «Unaapuesta por el estremecimiento» (J. Bonilla, El
Mundo).