Sus dedos acariciaron un pequeño pedazo de papel. Encontróla cinta adhesiva que lo mantenÃa pegado a la madera y la arrancó con extremadocuidado. El papel era pequeño, arrancado de una libreta de notas. También el mensaje era breve: «Algo terrible está sucediendo.
Creo que tengo una pista, aunque sólo parece conducir al espectro del conde
Barany. Si las cosas van mal y encuentras esta nota, te deseo mejor suene quela mÃa.» La firma era de alguien llamado Cecil. Glenn la leyó dos o tres veces hasta estar seguro de que recordarÃa cadapalabra del mensaje. Luego, le pegó fuego y desmenuzó las cenizas, que hizodesaparecer en el desagüe.