Francia, 1209. Una niña es encontrada en las afueras de una ciudad cuya población acaba de ser diezmada. Adoptada por
la comunidad cátara, la joven Jeanne crecerá en medio de unas gentes fieles a sus ideales. Pero parte de la sociedad los
observa con desconfianza, y el recelo se convertirá en odio. Serán tiempos de terror, de luchas fratricidas y pasiones religiosas. Jeanne, acorralada junto a sus hermanos en la fortaleza sitiada de Montségur, jurará luchar hasta el final para preservar el legado de su comunidad.