Publicado en 1967, Escritos de un viejo indecente es un ejemplo más de la obra de Bukowski perteneciente, en su gran mayorÃa, a la corriente del realismo sucio o dirty realism. Su estilo parco en palabras, su precisión casi obsesiva a la hora de describir y su intentona por reducir al máximo posible la narración, reflejan una absoluta libertad a la hora de escribir. Y es que la obra de Bukowski está compuesta por un conjunto de columnas literarias que fueron publicadas a lo largo de la década de los 60 en el periódico Open City. El autor urde desde la primera página un procedimiento mediante el cual contactar con el lector, a quien no le resulta difÃcil sentir compasión y ternura por los personajes que se presentan: se trata de seres marginales, borrachos, fracasados; es decir, gente que ni sabe a dónde va, ni sabe de dónde viene. “¿Quién eres?, preguntó. Y yo le respondÃ: Querida señora Crosby: no sé quién soy. Sinceramente suyo, Charles Bukowski” El mismo Bukowski es en muchas ocasiones protagonista de sus propias historias, encuadrándose de este modo en ese mismo mundo de caos, tabaco y alcohol.