A los americanos ocurrió se les ocurrió sembrar la jungla norvietnamita de minúsculos receptores (llamados 'oÃdos de jungla'), los cuales les permitÃan seguir todos los movimientos del enemigo y bombardearlo eficazmente. Estas pequeñas maravillas electrónicas ('sensors') se hallaban tan bien disimuladas entre la vegetación, que resultaba prácticamente imposible localizarlas. Sin embargo, parece ser que no hay nada imposible para la sutileza y la penetrante mirada de los asiáticos. Y asÃ, un buen dÃa descubrieron uno de aquellos 'oÃdos' y se inició una lucha de la astucia contra la técnica, lucha de la que deriva toda una serie de episodios de intenso 'suspense' que, al mismo tiempo, constituyen una sátira cruel contra la guerra del Vietnam.