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Estamos ante un libro fantástico, lleno de imágenes dispares pero que en conjunto hacen un puzle interesante. Si lo que buscas es acción, este no es tu libro. Eso sí, si quieres una lectura tranquila pero con personajes con profundidad, no lo dejes escapar. Y es que Francie es la protagonista, pero el resto de personajes redondean esta novela imprescindible del siglo pasado.Por un lado, Francie no es la narradora pero sí la esencia del libro, por lo que la narración nos cuenta lo que ella ve, siente y piensa en la mayoría de las ocasiones. Es por esto que el lector tiene que estar muy atento para poder captar ciertos detalles, ciertas imágenes que se vislumbran y se leen entre líneas. Después tenemos a sus padres, Johnny y Katie, una pareja joven en la que es ella la que se encarga de llevar el dinero a casa y de que todo esté dispuesto cada día para criar a sus dos hijos. El padre, presentado como un hombre un tanto inútil, por otro lado da un amor incondicional a sus dos hijos, y es el mayor apoyo de Francie.Otro personaje importante en la trama es Neeley, el hermano de Francie. Aunque es solo un año menor que ella, los tratan a ambos como iguales, y aunque suele ser incluso favorecido en muchas ocasiones, siempre tiene una buena palabra o acción para nuestra protagonista. Es un buen hermano, una persona afable y el alma gemela de Francie.Además, las tías y abuelas de los niños hacen su aparición de vez en cuando en sus vidas. Este libro tiene muchísimos más personajes femeninos que masculinos, pero todos muy bien descritos y tratados. Mi personaje secundario favorito es sin duda alguna la tía Sissy. Es libre, guerrera, maravillosa y vale para todo. Es la tía que cualquier niña querría tener. Las partes en las que ella salía me han gustado especialmente, porque se trata de un personaje que expresa su libertad sin remilgos ni aspavientos.Además del papel de la mujer en la sociedad, en muchas ocasiones se trata el de la pobreza. Aunque en general me ha parecido que la autora trata este tema como merece, en varias ocasiones creo que se olvida de hacerlo, sobre todo ya en el final. Me ha parecido un final que no esperaba para nada, demasiado rápido, como si tuviera prisa por terminar la historia y se quedara sin fuerzas. No obstante, el balance de esta lectura ha sido en su mayoría positivo. Una novela altamente recomendable, un ya clásico que todo el mundo debería leer.

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La lectura del libro Un árbol crece en Brooklyn me ha permitido meterme en la piel de cómo se vive el día a día desde los ojos de una niña de once años llamada Francie Nolan, la protagonista de esta historia. Contándola desde los primero años del sigo XX, Francie nos muestra cómo es su vida con su familia y la lucha por llevarse algo a la boca cada día a la vez que hay que pagar facturas que parece que nunca terminan. Francie, una niña soñadora, con una gran imaginación y muy trabajadora, es consciente de la necesidad de tener un buen trabajo para poder vivir sin preocupaciones como es el de tener comida en casa. ¡Ojo! eso no quiere decir vivir dignamente, no. Se puede ser pobre y vivir dignamente. Me refiero a la comodidad de no tener que pensar si al día siguiente habrá algo para comer. Lo cierto es que Francie tiene el deseo de aprender, no solo para tener un buen futuro, sino porque realmente quiere aprender y quiere conocer mundo. Por eso no resulta nada extraño que le guste dedicar un ratito de su tiempo para la lectura mientras observa el mundo que le rodea. Junto a su padre Johnny Nolan, con quien tiene una relación especial y envidiable de padre-hija, se las arregla para poder estar en el mejor colegio de su barrio para recibir las mejores clases. A partir de ahí, se da cuenta de que le gusta crear historias y comienza su andadura por ser escritora. Lucha por ser la mejor de su clase, por ser respetada por sus compañeras de clase y por sus profesores, lucha por tener un futuro y a raíz de todos esos deseos, también tiene que tomar decisiones difíciles, o mejor dicho, acatar decisiones de su madre en contra de sus deseos. Pero lo sorprendente es que esta niña, que vamos viendo como va creciendo a medida que avanzas en la lectura, se las acaba ingeniando para poder hacer realidad sus sueños. Francie nos presenta a cada miembro de su familia destacando lo bueno y lo malo de la personalidad de cada uno de ellos, pero que adora igualmente a pesar de sus defectos. de su padre nos destaca su amor por la bebida; de su madre hace especial énfasis la imagen que tiene de ella hacia su hermano Neely, a la que considera que le quiere más a él que a ella; y de su hermano pequeño, en fin, nada malo podría decir de él, aunque durante sus pocos años de vida observa que las decisiones de su futuro siempre van a depender de las decisiones que se toman para con su hermano pequeño. Ambos hermanos están muy unidos y se apoyan mutuamente y, como tal, también se compinchan para poder conseguir sus objetivos. Para saber del resto de la familia, te invito a leer el libro porque, la verdad, cada personaje es un mundo con historias dispares y sorprendentes.Aunque resulte bonito de leer, la historia que nos cuenta Betty Smith está rodeada principalmente de la pobreza, de la lucha y de la guerra y, sí, también hay un hueco para el amor adolescente. Pero, al fin y al cabo, todo gira alrededor del trabajo; todas las decisiones se toman por el trabajo porque, ante todo, Francie y Neely crecen rápido. Saben que el dinero que llega a casa les aporta una comodidad y una tranquilidad para vivir. Y lo importante es tener un buen trabajo aunque no da la felicidad. Eso lo saben bien.Te recomiendo leer este libro, si aun no lo has hecho, porque a pesar de los gris que pueda parecer la historia, la autora lo escribe de una forma más fresca de lo que se espera, lo que la hace especial y que acabes disfrutando de la historia y, al final, tengas curiosidad sobre cómo termina la vida de los personajes. Enlace: https://wordinmypocket.blogs..

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Un libro que estuvo bastante tiempo en mi estante y que me pregunto: ¿cómo es que no lo leí antes?Se sabe con certeza que es un libro que tiene tintes autobiográficos de la autora, por lo tanto, es fácil sentir que lo que se está leyendo fue real y ese aire de melancolía respecto a los años 20s . Nos toparemos con Francie Nolan, sus padres y su hermano quienes pertenecen a la clase trabajadora y a duras penas pueden vivir al día, pues su madre trabaja limpiando otras cosas mientras que su padre es mesero en un restaurante. A través de la protagonista y de las personas que la rodean conoceremos cómo era el panorama de ese entonces de la clase social baja y cómo es que se pensaba. Es una historia no sólo representa melancolía, sino que logra plasmar las emociones efímeras, es decir, que están vigentes en el ser humano desde siempre. Como son las ilusiones, los sueños de superarse, el amor profesado a los seres queridos, entre otros. También refleja los pensamientos de aquel entonces tal cual es el papel de la mujer, pero a su vez, se ve contrapuesto con las ideas de las nuevas generaciones. Esto es: La abuela de Francie nos comenta cómo es que debe vestirse una mujer, luego su madre añade algo más y finalmente, Francie argumenta que no le parece. Por otro lado, está la lucha de los trabajadores por querer conseguir más derechos sobre su salario y su jornada laboral; la diferencia de clases sociales, la llegada de emigrantes por la búsqueda del sueño americano, entre otros. Lo que creo que se destaca más son las enseñanzas de la abuela y de su madre: el cómo se debe educar a los hijos y la búsqueda del bien de la familia. Me parece que las ideas que ella plantean se podían aplicar en ese entonces, y todavía ahora. La abuela hace mucho énfasis sobre que la educación lo es todo, y es una idea que comparto.

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La novela nos traslada al barrio de Brooklyn durante los primeros años del siglo pasado. Allí en una escalera de incendios de un edificio de cemento conoceremos a Francie Nolan, una niña adorable y despierta de la que vivo enamorada, y a la que acompañaremos durante su infancia y parte de su adolescencia. El trayecto es duro; la vida de Francie y de los Nolan está llena de hambre y necesidad pero ella, al igual que ese árbol al que hace referencia el título, logra sobrevivir a pesar de la adversidad. . Un árbol crece en Brooklyn nos cuenta una historia de pobreza pero también una historia de superación y crecimiento. Una historia difícil que la gran Betty Smith logra narrar sin tragedias, con un tono muy agradable y hasta con sentido del humor. . No es una novela de grandes tramas pero si de grandes personajes. La historia está repleta de personalidades inolvidables. Quedé prendada de tía Sissy, una mujer que a pesar de vivir episodios muy traumáticos tiene un coraje y una fuerza admirables. También se quedarán conmigo Johny Nolan, un hombre que apesar de su alcohólismo es un padre tierno y cariñoso; la abuela Rommely e incluso Katie Nolan, una madre con la que me he enfadado pero a la que he admirado por su profundo esfuerzo para que sus hijos prosperen a través de la educación y la formación. . Desde el principio de la novela (por cierto, la novela tiene el mejor inicio que he leído nunca) te das cuenta de que la historia que narra Betty Smith está llena de honestidad y realidad. Y es que aunque la autora lo negara la novela tiene mucho de esa niña que nació en el seno de una familia de inmigrantes alemanes y creció en el barrio pobre de Brooklyn. . Como veis me ha fascinado y no solo será una de mis mejores lecturas del año también pasa a formar parte de la lista de mis favoritos absolutos.

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《No diga eso - dijo Katie estrechando a la niñita - nunca es preferible la muerte. ¿Quién desea morir? Todo ser se esfuerza por subsistir. Miren ese árbol: crece a través de las rejas, no recibe sol y sólo tiene agua cuando llueve. Brota en tierra áspera y es fuerte porque su persistente lucha lo fortalece. Así serán mis hijos.》Francie Nolan es una niña descendiente de inmigrantes irlandeses y alemanes que vive en un barrio muy pobre del Brooklyn de los años 20 con su madre, su padre y su hermano pequeño. La literatura será para Francie una vía de escape para ese mundo de miserias y una amiga en los momentos de soledad. En la escalera de incendios de su edificio, desde la que ve crecer un pequeño árbol, nuestra protagonista volará a otras épocas, a otros lugares y a otros tiempos más felices.Un árbol crece en Brooklyn no sólo es la historia de Francie, es la historia de su familia, es la historia de un barrio, es la historia de Brooklyn y es, a su vez, la historia de la propia autora, Betty Smith, que narró de manera autobiográfica la vida de Francie Nolan basándose en la suya propia. Me ha encantado que esté llena de personajes femeninos fuertes, mujeres muy distintas entre sí, pero todas valientes y de una extraordinaria fortaleza. He dejado el libro repleto de marcadores pues está lleno de frases bellísimas, pensamientos de Francie que muchas veces hemos tenido pero expresados de una manera extraordinaria. Sin duda alguna este ha sido el libro más bonito que he leído en lo que va de año. Lo he disfrutado tanto, me he sumergido de tal manera entre sus páginas, que yo también he formado parte de la familia Nolan durante un tiempo y he necesitado un tiempo de reposo, una vez acabado, para seguir adelante con otra lectura.